En esta ocasión y para sorpresa de todos, este tomo nos viene protagonizada por el ente masculino que está siendo el foco de todo el fanservice (y los más terribles castigos) desde el primer tomo; nuestro querido y envidiado Kiyoshi Fujino, quién se muestra irreconocible con una actitud de otome que nos deja bastante a cuadros.
Como bien sabéis la serie llegaba a las librerías especializadas asociadas con su primer tomo el pasado mes de julio de 2016, con una cadencia mensual / bimensual que probablemente continúe, ya que esta locura de historia llegaba a su final el pasado 25 de diciembre en la Young Magazine de Kodansha, quedando con un total de 28 tomos, además de un flamante spinoff protagonizado por Meiko titulado Fukukaichou wa Ganbaru (副会長ガンバル。La vicepresidenta hace lo que puede), que esperamos llegue también a nuestro país.
IVRÉA nos ofrece la colección en un formato de tomo idéntico al japones, una rústica con sobrecubierta y solapas y una traducción respetuosa e impecable que conserva todos los matices originales, como el típico gozaru de Gakuto.
Hiramoto comenzó a publicar su manga en la Young Magazine de Kodansha en febrero de 2011. Actualmente cuenta con mas de 4 millones de copias en circulación y recibió el el premio al Mejor Manga en la edición número 37 de los Premios Kodansha en mayo del pasado año, lo cual dio luz verde a un anime de 12 capítulos y un OVA emitidos originalmente en Japón entre Julio y Septiembre de 2015, y también una serie live-action emitida entre Octubre y Diciembre de 2015. Casi nada.
PRISON SCHOOL
La historia nos traslada a la Academia Privada Hachimitsu, una estricta y prestigiosa institución de educación secundaria femenina que goza de un alto nivel académico y que, a pesar de encontrarse en plenos suburbios de Tokio, se comporta como un internado con instalaciones para albergar a su millar de estudiantes.
En base a un cambio de dirección, se decide convertir el centro de enseñanza en mixto, aceptando a nuestros cinco protagonistas: Kiyoshi Fujino, Takehito "Gakuto" Morokuzu, Shingo Wakamoto, Jouji "Joe" Nezu, y Reiji "Andre" Andou.
Los muchachos, que esperan ver florecer su juventud al estar rodeados de mujeres, pronto descubren la existencia de un Comité Estudiantil Secreto que los condena al ostracismo ante el resto del alumnado y que, tras atraparles espiando en las duchas, toma una medida tan absurda como drástica: encerrarles en una prisión para cumplir una condena de trabajos forzados bajo la vigilancia de la espectacular y neumática vicepresidenta Meiko Shiraki (a la cual es imposible no amar y comprarse compulsivamente todo su merchandise), la monísima y sociópata secretaria Hana Midorikawa y la presidenta entrenadora de cuervos e hija del director, Mari Kurihara.
Tras una estancia en prisión de la que nunca se recuperarán, por fin los chicos logran quedar libres, pero inesperadamente hace aparición el Comité Estudiantil (el de verdad), y decide hacer cumplir a su homólogo secreto la misma condena que sufrieron nuestros protagonistas...
El Comité Estudiantil, formado por la déspota y rencorosa con pelo de taladro Kate, la sádica y ojerosa Risa y la adorable Mitsuko, quién excepto por el hecho de terminar siempre exponiendo sus partes nobles públicamente de forma accidental, parece ser una muchacha normal que ha robado por completo el corazón de Gakuto.
Tocas unas tetas o no tocarlas.
En el volumen anterior veíamos como los prisioneros del Comité Estudiantil daban un nuevo vuelco, pasando a tener en libertad a Hana Midorikawa, a la cual Kate Takenomiya a logrado separar de sus compañeras del Comité Estudiantil Secreto, así como a Meiko Shiraki, quién ha tenido una terrible regresión a su niñez.
Pero sus vacíos son reemplazados rápidamente por nuestro protagonista Kiyoshi Fujino, reemplazando a Hana, y ahora a Chiyo, quién reemplazando a Meiko tras un altercado violento pasa a compartir celdas con su hermana Mari y Kiyoshi.
Esto quizá puede hacernos pensar que la situación para Kiyoshi a mejorado, pero esta afirmación es tan verdad como mentira; tras presenciar accidentalmente una extraña situación entre su hermana Mari y Kiyoshi en la que parecían estar a punto de besarse y escuchar los rumores que Kate ha extendido por la escuela, la inocente Chiyo se encuentra totalmente convencida de que su hermana es una guarrilla, lo cual la lleva a imitarla, tomando una posición de salidorra y putilla que está a punto de enloquecer por completo al pobre Kiyoshi.
Por suerte para Kiyoshi y para nuestro pobre corazón, esta extravagante situación entre hermanas no tarda en solucionarse, dejándonos tras de sí una escena memorable y desternillante en la que nuestro héroe se debate entre unas conciencias divididas entre tocar o no tocar los pechotes de Chiyo; toda una tesis política que ríete tú del bipartidismo español.
Superado esto, pasamos al plato principal, que es el plan de escape de la presidenta; un plan para el cual necesita de toda una serie de utensilios que deberían proporcionarles los chicos que ahora se encuentran en libertad, pero que están demasiado embobados con la creación de un alucinante cohete hecho con botellas de plástico. Ejem.
Los muchachos tendrán que ingeniárselas para lograr quebrar la impenetrable seguridad de la prisión y pasarle a Mari sus utensilios de escape, para lo que deberán utilizar a Andre, cuya mente se encuentra rota desde el tomo 12.
¿Logran escapar a tiempo de salvar el concurso de camisetas mojadas? ¿Funcionará alguna de estas ridículas y absurdas tretas?
Mientras sucede todo esto, Kate Takenomiya, que se encuentra totalmente obsesionada con el desafío de fugarse lanzado por Mari, comienza a desconfiar de Hana en buscar de un traidor entre sus propias filas...
Pero sus pesquisas la llevarán a descubrir algo bastante más íntimo en su móvil, cuando localice accidentalmente las fotografías peculiares y muy dadas a malinterpretación que la muchacha se tomo con Kiyoshi.
¡CHAN CHAN CHAAAN!
La que se va a liar, es gorda.
La historia nos traslada a la Academia Privada Hachimitsu, una estricta y prestigiosa institución de educación secundaria femenina que goza de un alto nivel académico y que, a pesar de encontrarse en plenos suburbios de Tokio, se comporta como un internado con instalaciones para albergar a su millar de estudiantes.
En base a un cambio de dirección, se decide convertir el centro de enseñanza en mixto, aceptando a nuestros cinco protagonistas: Kiyoshi Fujino, Takehito "Gakuto" Morokuzu, Shingo Wakamoto, Jouji "Joe" Nezu, y Reiji "Andre" Andou.
Los muchachos, que esperan ver florecer su juventud al estar rodeados de mujeres, pronto descubren la existencia de un Comité Estudiantil Secreto que los condena al ostracismo ante el resto del alumnado y que, tras atraparles espiando en las duchas, toma una medida tan absurda como drástica: encerrarles en una prisión para cumplir una condena de trabajos forzados bajo la vigilancia de la espectacular y neumática vicepresidenta Meiko Shiraki (a la cual es imposible no amar y comprarse compulsivamente todo su merchandise), la monísima y sociópata secretaria Hana Midorikawa y la presidenta entrenadora de cuervos e hija del director, Mari Kurihara.
Tras una estancia en prisión de la que nunca se recuperarán, por fin los chicos logran quedar libres, pero inesperadamente hace aparición el Comité Estudiantil (el de verdad), y decide hacer cumplir a su homólogo secreto la misma condena que sufrieron nuestros protagonistas...
El Comité Estudiantil, formado por la déspota y rencorosa con pelo de taladro Kate, la sádica y ojerosa Risa y la adorable Mitsuko, quién excepto por el hecho de terminar siempre exponiendo sus partes nobles públicamente de forma accidental, parece ser una muchacha normal que ha robado por completo el corazón de Gakuto.
En el volumen anterior veíamos como los prisioneros del Comité Estudiantil daban un nuevo vuelco, pasando a tener en libertad a Hana Midorikawa, a la cual Kate Takenomiya a logrado separar de sus compañeras del Comité Estudiantil Secreto, así como a Meiko Shiraki, quién ha tenido una terrible regresión a su niñez.
Pero sus vacíos son reemplazados rápidamente por nuestro protagonista Kiyoshi Fujino, reemplazando a Hana, y ahora a Chiyo, quién reemplazando a Meiko tras un altercado violento pasa a compartir celdas con su hermana Mari y Kiyoshi.
Esto quizá puede hacernos pensar que la situación para Kiyoshi a mejorado, pero esta afirmación es tan verdad como mentira; tras presenciar accidentalmente una extraña situación entre su hermana Mari y Kiyoshi en la que parecían estar a punto de besarse y escuchar los rumores que Kate ha extendido por la escuela, la inocente Chiyo se encuentra totalmente convencida de que su hermana es una guarrilla, lo cual la lleva a imitarla, tomando una posición de salidorra y putilla que está a punto de enloquecer por completo al pobre Kiyoshi.
Superado esto, pasamos al plato principal, que es el plan de escape de la presidenta; un plan para el cual necesita de toda una serie de utensilios que deberían proporcionarles los chicos que ahora se encuentran en libertad, pero que están demasiado embobados con la creación de un alucinante cohete hecho con botellas de plástico. Ejem.
Los muchachos tendrán que ingeniárselas para lograr quebrar la impenetrable seguridad de la prisión y pasarle a Mari sus utensilios de escape, para lo que deberán utilizar a Andre, cuya mente se encuentra rota desde el tomo 12.
Mientras sucede todo esto, Kate Takenomiya, que se encuentra totalmente obsesionada con el desafío de fugarse lanzado por Mari, comienza a desconfiar de Hana en buscar de un traidor entre sus propias filas...
Pero sus pesquisas la llevarán a descubrir algo bastante más íntimo en su móvil, cuando localice accidentalmente las fotografías peculiares y muy dadas a malinterpretación que la muchacha se tomo con Kiyoshi.
¡CHAN CHAN CHAAAN!
La que se va a liar, es gorda.