Cómic: Reseña de "Hellblazer: Andy Diggle" [ECC Ediciones].

Cómic: Reseña de "Hellbleazer: Andy Diggle" - ECC Ediciones
Hagamos un salto en el tiempo, estamos en 2007 y la serier Hellblazer se ha visto asaltada de golpe por un nuevo guionista jefe, alguien que durante veinte números la hará suya, repasara sus orígenes, personajes, héroes y villanos y la sumirá en el tono oscuro y gore que tanto la caracteriza.

Si, estamos hablando del nuevo volumen de Hellblazer: Andy Diggle que nos trae ECC ediciones llenando otro de los huecos de nuestra estantería con este tomo en el que se recopilan capítulos de Hellblazer núms. 230 a 250 USA en una inscribible edición en Cartoné que incluye 496 páginas a todo color que han sido dibujadas por artistas tan variados como son Dinijel Zezelj, Giuseppe Camuncoli, Leonardo Manco, Sean Murphy y Sean Phillips. 

Completando el volumen encontramos varias historias de Constantine firmadas por autores tan prestigiosos como Jason Aaron, Sean Murphy, Dave Gibbons, Sean Phillips y China Miéville. No podemos negar que estamos ante una obra de arte que hay que saber apreciar como lo que es.

Hellblazer: Andy Diggle
Cómic: Reseña de "Hellblazer: Andy Diggle" - ECC EdicionesEn este volumen encontramos una miriada de historias, unas del autor cuyo nombre aparece en portada, otras de grandes guionistas, pero todas ellas empiezan y terminan girando alrededor de un mismo eje central, el tiempo que Constantine pasó en Ravenscar, el manicomio en el que resultó internado y al que volverá una y otra vez de forma corporea o no, intentando que con ello pueda exorcizar todos sus demonios.

Así pues encontraremos historias varipintas con secuaces y mafiosos que le encadenaran a un árbol ante una marea para nada en calma, algo que no tardará en cobrarse en el casino de este mismo a modo de pago por sus servicios. Otras quizás mas crudas que involucren drogas, alchol y la muerte de una niña atropellada

En alguna trataremos temas menos mundanos y que directamente nos llevaran a los abismos menos concurridos de Londres cuando se abran portales oscuros que ni los mas experimentales son capaces de cerrar sin ayuda. Por no hablar de los magos que residen en Africa y cuyo conocimiento es absorbido al devorar los cerebros de sus competidores. Aunque como en toda buena historia tomemos el camino que tomemos acabaremos en el Vaticano y sus bibliotecas donde el conocimiento de lo prohibido reside esperando ser consumido.

Cómic: Reseña de "Hellblazer: Andy Diggle" - ECC Ediciones

Cómic: Reseña de "Hellblazer: Andy Diggle" - ECC Ediciones
Así escojamos el autor que escojamos en todas estas historias Constantine tendrá que hacer de tripas corazón y sobrellevar sus miedos y pesadillas ya que la muerte siempre le acecha igual que los demonios que moran allá donde mire. Pero a fin de cuentas el es John Constantine, ese es su trabajo y lo hará con su siempre eterno cigarro, su sonrisa torcida y la gabardina que le caracteriza.

Pero como todo, quizás el único fallo que le podemos encontrar a esta etapa es la poca duración de sus consecuencias. John lidiará con quien tenga que lidiar pero tras esos problemas y su siempre milagrosa solución a ultima hora, no habrá consecuencias que perduren en el personaje ni resentimientos que lo acompañen al siguiente arco argumental.

Pese a todo, es quizás este detalle el que consigue que este tomo sea tan facil de leer, porque aunque enlaza todo como si estuviera cosido con puntadas prietas, su argumento es lo suficiente fácil de captar para que llegue, finalice y pase sin mas complicaciones.


Cómic: Reseña de "Hellblazer: Andy Diggle" - ECC Ediciones

Cómic: Reseña de "Hellblazer: Andy Diggle" - ECC Ediciones
En cuanto al apartado artístico encontramos estilos muy opuestos pero no por ello increíbles, ya que encajan como anillo al dedo dependiendo de la historia que nos cuenten sus guionistas. Por ejemplo por un lado contamos con el arte oscuro y sucio Leonardo Manco, reconocible por las manchas de tinta de sus páginas y esa pluma en alto que tan bien se reconoce con el Constantine de Diggle. Sus personajes desaparecen entre sombras o son tragados por la oscuridad, todo depende del punto de vista de quien lo mire.

Obviamente no podemos olvidarnos de las increíbles portadas que acompañan este número, algunas tan buenas como en las que participan Sean Phillips y Giuseppe Camuncoli que cuentan con unos colores mucho mas vivos resaltando con el resto del volumen.

En conclusión, estamos ante un número que si se quisiera podría servir de tomo introductorio al mundo de Constantine. Tiene todos los requisitos para que los nuevos lectores se adentren en la oscuridad que le rodea y tengan un primer contacto que les acojone pero les deje con ganas de mas. ¿Acaso no es eso lo mejor?