Con las navidades a la vuelta de la esquina, hoy os traemos un cómic que viene de la mano de Panini Comics y llega que ni pintado para esta época del año. Una historia en viñetas surgida de la mente del genio Grant Morrison que, junto a un dibujo excepcional aportado por Dan Mora, nos trae una versión de Papa Noel como nunca hemos visto.
Se trata de Klaus, una reinvención del personaje que explora unos nuevos orígenes para el mismo, transformando al gordito de rojo de toda la vida en un guerrero del norte que mezcla lo celta y lo vikingo, un defensor del débil que hace frente a la opresión, dispuesto a traer de vuelta la alegría a los niños.
La obra inició su publicación el 4 de noviembre de 2015 en USA bajo el sello de BOOM! Studios, siendo originalmente una miniserie de 6 números que ahora vemos recopilada en un impecable cartoné de 18x27,5cm en cuyo interior encontramos 208 páginas a todo color, que incluyen además de los seis grapas algunas portadillas y un texto a modo de cierre realizado por nuestro amado Cels Piñol. Casi nada.
KLAUS
Nuestra historia toma lugar en la ciudad de Grimsvig en la temporada de las fiestas de Yule, celebradas durante el solsticio de invierno.
Sin embargo, en Grimsvig estas fiestas ya no son motivo alguno de alegría, ya que esta se encuentra bajo la tiranía de Lord Magnus, quién mantiene a su pueblo esclavizado trabajando sin parar en las minas de carbón y mantiene encerrados en el castillo a su esposa lady Dagmar y su hijo Jonas, un niño egoista y retorcido que ha requisado todos los juguetes de la ciudad, utilizando para ello a la mismísima guardia.
Es a esta sufrida ciudad a la que llega un día con ansias comerciantes un cazador llamado Klaus que atraviesa los bosques para poder vender pieles en la ciudad. Sin embargo, a su llegada es maltratado, robado y expulsado del lugar, dándose cuenta de que la Grimsvig que el recordaba ha sido deformada a algo horrendo.
Malherido y en compañía de su loba blanca, Klaus entona una canción que le pone en harmonia con los espíritus del bosque, entristecido al ver la ciudad natal que tanto amaba envilecida de esta manera.
Al día siguiente despierta dándose cuenta de que sus manos no han estado ociosas durante su sueño reparador, habiendo creado montones de juguetes fabulosos.
Dispuesto a romper el status quo que reina en la ciudad, Klaus salta su muralla y comienza a repartir sus juguetes entre los niños del pueblo durante la noche, repartiendo una alegría que yacía muerta mucho tiempo atrás.
Lo que el benefactor desconoce es que Lord Magnus se encuentra en un horrible complot por hacerse con la corona, para lo que se encuentra colaborando con un terrible ser del averno que se encuentra al fondo de las minas...
Con esta historia que mezcla la fantasía épica, las sagas vikingas y los cuentos infantiles, aderezándolo con violencia y demonios, Grant Morrison rompe con todo lo establecido al convertir la figura de Santa Claus en todo un icono de la justicia y la igualdad, un guerrero dispuesto a devolver el esplendor de antaño a cualquier precio, siendo capaz de hilvanar magistralmente entre lo tenebroso y lo adorable para dar como resultado una historia como pocas; una suerte de año cero para Santa que nos deja con los ojos como platos.
Responsable de esto es también Dan Mora, quien ha trasladado a las viñetas una trama magistral dotándola de unos dibujos que encajan perfectamente con lo narrado, dándole ese estilo a lo Warcraft que termina de coronar una obra magnífica.
Desde luego, la Navidad o la noche de Yule, nunca más serán lo que eran.