Una vez más aquí estamos de nuevo con otra review, siendo en este caso de cómic americano y concretamente un volumen de la editorial americana Image, por lo que ya sabemos que nos espera, locura infinita con personajes originales.
En este caso el cómic nos lo trae al mercado español la editorial Panini cómics y su nombre es I hate fairyland, siendo obra del prolífico guionista y dibujante Skottie Young, quien viene acompañado de Jean-Francois Beaulieu, colorista, formando un dúo de lo mas hilarante.
Para aquellos que no lo sepan Skottie Young es el autor de la versión bebé de los héroes Marvel y de la serie de Rocket el Mapache, miembro de los Guardianes de la Galaxia, así que nos podemos hacer una idea del tipo de cómic con el que tratamos.
En cuanto a la edición nos encontramos con un tomo en tapa dura qué contiene los números del 1 al 5 de la serie, tiene un tamaño de 18 x 27,5 cm incluyendo en su interior 160 páginas totalmente a color.
I hate fairyland.
La historia comienza cómo podría comentar cualquier cuento infantil, con una niña feliz que es trasladada a un mundo mágico llamado el país de las hadas, como suele suceder, en contra de su voluntad.
Su misión como invitada en este país es encontrar la llave de salida, sin embargo esta niña es bastante mala en este aspecto y lleva intentando salir de allí tres décadas por lo que con sus 40 años está más bien harta de las hadas, la magia y sobre todo de lo repipis que son la mayoría de ciudadanos, a los que insulta, roba, machaca entre otras tantas cosas.
El nombre de esta extraña protagonista es Gert y aunque aparente tener 6 años, en su cabeza se encuentra una cuarentona psicótica y muy agresiva qué hará lo que sea para salir de fairyland, devorando a sus enemigos en el proceso, porque parece ser en este mundo todo es comestible.
Su archienemiga es la reina de este país, quien tiene prohibido tocarla o provocarle algún mal, aunque claro está, las leyes no dicen nada de incitar a otros a que le den unas cuantas palizas.
Sin embargo Gert no está sola, le acompañará su pequeño Pepito Grillo, una mosca llamada Larry que está igual de loco que ella. Juntos buscarán el camino para salir del país de las hadas mapa en mano y recorriendo todos los caminos posibles, por lo que se cruzaran con monstruos, bárbaros, zombies y todo tipo de seres a los que mayormente destripará y matara, eso si, casi todos enviados a acabar con su vida, casi todos.
Pero el camino de Gert tendrá que ser un poco más difícil todavía cuándo se encuentre con su mayor pesadilla, otra niña qué también quiere salir de fairyland y que vaya, lo hace mejor que ella, así que solo puede hacer una cosa, destruirla.
Panini e Image no sorprenden con una historia loca e irreverente de un personaje todavía más psicótico de lo que parece en la portada. Sí el título del cómic no fuera lo suficientemente explicativo solo hay que abrirlo y echarle un vistazo a sus viñetas para darnos cuenta de que estamos ante una historia no apta para todos los estómagos.
Si tuviera que compararla con otro producto diría que es la versión más agresiva de un cuento Disney mezclado con la serie de animación de vaca y pollo. Desde luego aquellos que busquen una historia de fantasía dulce o un cuento hadas aquí no lo van a encontrar, porque lo que se puede ver aquí son desmembramientos, muerte y muchas locuras acompañadas de sustancias ilegales.
Pero no lo neguemos, es divertido loco y muy fresco, sus personajes te hacen reír y fliparlo la vez, haciendo posible lo que parece imposible que un cómic de este tipo sea realmente desternillante y en lugar de provocar rechazo te dejé con ganas de más.
En cuanto al apartado artístico nos encontramos unos diseños que parecen salidos de Cartoon Network, los personajes son muy exagerados, con expresiones faciales muy marcadas y elementos muy gráficos.
Para contrastar encontramos los fondos y los paisajes que son totalmente azucarados dulces y dignos de una película Disney.
Desde luego sorprende el contraste entre tanta violencia y tanto azúcar pero solo hace falta abrir el tomo para hacernos una idea de la historia que vamos a encontrar.
En conclusión, hacía tiempo que no encontraba un volumen tan chocante, tanto por lo divertido que me ha resultado como por la estética tan desmedida. Recomendado a todos aquellos que busquen hecharse unas risas y a quién es la violencia gráfica no les importe demasiado.