Literatura: Reseña de "Eraide: La canción de la princesa oscura #1 y #2" de Javier Bolado - Ediciones Babylon

Hoy llegamos con una nueva review literaria, en este caso de una saga que comienza y termina con los dos volúmenes que Ediciones Babylon ha publicado, encontrándose ya con su tercera edición. Estamos hablando de la saga de Eraide, obra de fantasía cuyo autor es Javier Bolado, creador no solo de este universo si no también de las ilustraciones que llenan los dos tomos así como de las dos portadas.

Los dos volúmenes reciben el nombre de Eraide: La canción de la princesa oscura. Volumen 1, siendo este el primer número que cuenta con 444 páginas, mientras que el segundo se títula Eraide: La guerra sin nombre. Volumen 2, compuesto en este caso de 319 páginas. Ambos han sido editados en tapa blanca con solapas y cuentan con un tamaño de 15,5 x 23,5cm. Ambos volúmenes cuentan con las ilustraciones de Javier Bolado así como una pequeña galería de arte en la que han colaborado otros dibujantes y están recomendados para un publico mayor de 16 años, ya sean adolescentes o adultos, ya que está enfocado para ambos públicos.


Autor:
Javier Bolado Ortiz (Valencia, 14 de marzo de 1980) es un escritor español de literatura fantástica. Se inició en el mundo del manga creando Myth Wars a los diecisiete años siendo este su primer cómic y más tarde publicó Evan SD y Two Sides. Ha colaborado con revistas de cómics y de videojuegos, ya sea como articulista o como redactor jefe, además, en los dos últimos años ha trabajado para Imaginary Friends Studio en Asia y Upperdeck en Estados Unidos. Todo ello compaginado con sus estudios en la facultad San Carlos de Bellas Artes en la Universidad Politécnica de Valencia.

Eraide Volumen 1 y 2.
Nos encontramos en un mundo ajeno al nuestro, en el que la raza humana no está sola, si no que hay otra con la que comparte un pequeño historial conflictivo aunque por ahora reine la paz. Los humanos son los portadores de la bandera del Imperio Eidénico, buscan la expansión, la superación de sus capacidades a través de una especie de revolución industrial que poco a poco los va llevando mas lejos. En el extremo opuesto se encuentra la Confederación Kresaaica, formada por aquellos que todavía siguen las tradiciones y el espíritu de lo antaño, conscientes de que el mundo lo mueve Alma, y ellos solamente pueden atisbar entre las sombras de lo que ella les ofrece.

Es en mitad de esta paz tensa y de miradas de reojo que nuestros protagonistas se encuentran. Él es Adriem Karid, un simple humano, guardia imperial de la ciudad industrial de Tiria que incapaz de quedarse mirando ayuda a la chica de esta historia, Eliel, manteniendo-la bajo su protección. La razón de que Eliel acepte la ayuda de Adriem es porque teme por su vida tras haber sido atacada en el tren que la traía a la ciudad, ya que ella una doalfar y ademas shaman Kresaaica jamas aceptaría ayuda de un vulgar humano. Pero sin su ayuda no habría historia.

Adriem no está demasiado seguro de que camino tomar para ayudar a la joven Eliel, así que fiándose de sus instintos se la llevará a la posada en la que vive donde junto a la misma posadera, Dythjui se harán cargo de mantenerla a salvo de lo que intente dañarla. Lo que ninguno de ellos sabe es que se ha metido de lleno en un grabe problema y que el ataque en el tren a la muchacha no fue un simple acto de azar. Este volverá a repetirse no mucho después y propiciará que nuestros dos personajes se marchen de la ciudad, ella dispuesta a volver a su hogar y él pensando acompañarla todo el camino.

De este viaje juntos nacerá la chispa que se convertirá en amor, pero también se reavivarán viejos recuerdos que creían olvidados y no por ellos mismos, si no por ese gran ente que mueve el mundo, Alma. Es entre el pasado y el futuro que esta pareja vivirá su historia y se revivirá a su vez una antigua que fue olvidada por el mundo entero como si tan solo hubiera sido un simple sueño. La historia de la Princesa Oscura Eraide y de aquellos que la rodearon en los últimos momentos.

Empecemos hablando pues del tipo de narrativa que tiene Javior Bolado, la cual se nota muy influenciada por otras grandes obras de la fantasía como El señor de los anillos. Si bien, sus descripciones nunca serán tan eternas como las de Tolkien si que tienen una cierta reminiscencia, con ese aire casi poético en la narrativa que añade magia a una descripción que podría resultar sencilla. Sin embargo, como pasa con todo, a veces estas descripciones se exceden y en el caso de los primeros capítulos, tiende a suceder. 

Por suerte esto no es algo que moleste en exceso y se tiene que entender que al ser los inicios de una historia que se augura larga, los cimientos tienen que ser sólidos para forjar sobre estos el resto de la trama, pero a veces pueden hacerse un poco pesados. Pese a esto, el resto de la narrativa está muy bien realizada y en parte esto viene dado por la sencillez de las líneas, casi pareciéndose a una novela juvenil al ser apta para todos los públicos.

Obviamente la ambientación de la novela también juega un papel muy importante en este sentido, aquí aunque hay reyes y nobles no son sobre los que gira la trama; en este caso el eje central y punto de unión entre nuestros personajes y el mundo es la tensión por parte de los dos bandos en los que se divide este mundo fantástico, los imperiales y los kresaaicos. Los primeros son mas participes de una pseudo revolución industrial en la que encontramos locomotoras y aeronaves puramente steampunk, mientras que los otros todavía permanecen apegados a sus tradiciones y hechizos.  Es este contraste lo que hará que el mundo fantástico tome forma de manera tan sencilla y sin necesidad de muchas palabras es fácil hacerse a la idea de lo que rodea a nuestros personajes.

El desarrollo de la trama es sencillo y en parte predecible, como buenos lectores de este tipo de género no resulta difícil aventurar el camino que los personajes van a seguir, por lo que el mismo Javier nos guía por una senda bastante bien iluminada en este sentido. Lo curioso sin embargo llega un poco mas adelante, cuando pese a saber el destino de nuestros compañeros de viaje literarios la trama empieza a complicarse y ya no es del todo lineal, haciendo saltos hacia el pasado y mostrándonos pequeñas píldoras que modificarán las decisiones futuras de los personajes.

Estos saltos, remarcados sobre el papel gracias al uso de la letra cursiva, la verdad es que no únicamente sirven para la trama, haciéndola mas interesante, si no que también ayudan a profundizar en los personajes principales. Lamentablemente este es un arma de doble filo para el lector, nos muestra recuerdos y escenas con las que nos encariñamos de los personajes, lo justo para que la marcha de estos nos resulte dolorosa.

Sin embargo el objetivo principal de este recurso literario es hacernos ver todo aquello que rodea al personaje de Eliel, ya sea su pasado o en lo que podrá convertirse en un futuro. Basándose en su historia Javier nos plantea la pequeña cuestión filosófica sobre si el pasado y el futuro están entrelazados, guiando el uno al otro sin necesidad de que el libre albedrío tenga relevancia. Una idea realmente interesante no solo para la trama de los personajes, si no también como recurso literario.

Pero si algo prima en este libro y destaca como muy bien trabajado eso son el desarrollo de los personajes. Obviamente los principales, Adriem y Eliel, cuentan con mucho mas trasfondo al centrarse la historia en ellos dos, pero no son los únicos que tienen un pasado cuidado y esmerado. Muchos otros también han sido tratados con cariño y se nota que sus acciones no han sido fruto de decisiones rápidas, si no de una trama bien exprimida e hilada hasta conseguir un camino propio y ajeno al de nuestros protagonistas.

Y todo esto se hace notable gracias a varias condiciones, la primera de ellas es la cantidad de razas que encontramos en el mundo de Javier Bolado. Tenemos humanos, tenemos doalfar, hay dragones con forma humana y pequeñas hadas con deseos oscuros. Esta diferencia entre razas no es un simple capricho del autor para hacer la historia mas fantasiosa, si no que todas ellas tienen un porqué, una razón de ser para diferenciarse del resto y destacar en mayor o menos medida, caso que no sucedería si nos encontráramos con una única raza batallando entre si.

Otra de las condiciones que logra que esta saga cuente con personajes remarcables son sus intenciones para seguir su camino. Aquí el héroe principesco no es alguien que lucha por el bien del mundo, por conseguir la paz entre razas o lograr hazañas mas allá de lo irreconocible, no, aquí Adriem es simplemente un muchacho enamorado cuyos pasos se alejan de las grandes gestas y solo busca ayudar al objeto de su amor a que sea feliz.  Pero como no, un personaje de este estilo si que tiene que haber y este lugar se lo agencia Uriel, Él es el héroe que busca acabar con la maldad en el mundo, arrebatando de las manos de Alma el destino de la humanidad, aunque para ello tenga que ceder de una forma o de otra ante la maldad.

Finalmente, no podemos olvidarnos de que estos dos libros contienen algo muy interesante para los lectores, ilustraciones del propio autor y con las que acompañamos esta entrada. Todas ellas han sido realizadas por Javier Bolado, mostrándonos escenas del libro en las que se recalcan puntos muy interesantes de la trama, creando mayor impacto para el lector. Lamentablemente en la edición física que nos presenta Babylon las ilustraciones son en blanco y negro, por eso aquí hemos adjuntado las versiones a color que se encuentran en la galería de flickr del mismo autor.

En conclusión, estamos ante una saga de novelas de fantasía que gustará por su trama, sus personajes y sobretodo por ese mundo tan mágico que ha creado Javier Bolado. El mundo de Eraide, aquel que sobrevivió a la Princesa Oscura está lleno de magia y de escenas que nos harán sonreír y llorar, que romperán el corazón, de forma literal a algunos personajes y que nos llevará a su lado para ver como lo reconstruyen.

Desde aquí recomendamos esta bonita y mágica saga de fantasía a la que le hemos cogido muchísimo cariño a su mundo y a sus personajes.