Manga: Reseña de "Semillas de Ansiedad +" (不安の種) de Masaaki Nakayama [ECC Ediciones].

Un año tras la publicación de Semillas de Ansiedad, la editorial ECC Ediciones volvía este mes de mayo a llenar las estanterías de nuestras librerías de cómicspor el terror en su estado más puro gracias al lanzamiento de su continuación: Semillas de Ansiedad +, cuyas cuatro entregas han sido lanzadas mensualmente hasta llegar en agosto su último volumen.

Semillas de Ansiedad +Semillas de Ansiedad +

Semillas de Ansiedad +

Semillas de Ansiedad, titulado originalmente en Japón como Fuan no Tane (不安の種), nos llegó en un formato rústico con sobrecubiertas absolutamente idéntico al original publicado en tierras niponas en 2004 bajo el sello Akita ShotenFuan no Tane (不安の種) le siguió en 2007 una secuela titulada Fuan no Tane +, de cuatro volúmenes de 168 páginas, editados en 2007 también por Akita Shoten y que ahora llega también a nuestro país por ECC ediciones.

Con ello la editorial apuesta bien duro por Masaaki Nakayama, quién tiene todo lo necesario para terminar convirtiéndose en uno de sus autores fetiche; algo que nos agradaría, por que la obra del autor es realmente loable.

Como si percibieras una presencia en la oscuridad al pie de la escalera... Como un aliento contenido que oyes a través de la puerta... Como una mirada que captas en una esquina del campo visual...Así son esa textura rasposa, ese estado de ánimo, ese estremecimiento. El 80% de estas historias es ficción.


Semillas de Ansiedad +Semillas de Ansiedad +

Semillas de Ansiedad +
Con Semillas de Ansiedad +, sensei Nakayama se consolida como un genio del terror al lograr plasmar una inmensa variedad de historias terroríficas agrupadas por temas comunes y con la premisa de ser MUY cortas, llegando algunas a durar escásamente dos páginas pero, aun así, logrando captar el espíritu de lo terrorífico, relatos capaces de transmitirnos en poco más de una decena de viñetas una situación de mal rollo absoluto.

A esto cabe sumarle un grafismo que, auqneu a veces nos rompe un poco el ritmo debido a su estilo bastante clásico, logra trasladar hasta el lector una fuerte impresión de las distancias que es, en mayor parte, lo que provoca que mientras leemos terminemos mirando por el rabillo del ojo si algún niño cadavérico nos está observando desde el rincón opuesto de la habitación. 

Sin lugar a dudas un manga totalmente recomendable para todos aquellos fans de esas historias que, sin llegar a suponer un complicado entramado de detalles y personajes, logran capturarnos por completo.