Por supuesto, para el próximo volumen nos tocará esperar un periodo similar, ya que ahora mismo no existe un tomo catorce en Japón, y habitualmente los tiempos de los autores rondan el semestre por tomo... aunque esto es prácticamente aleatorio.
Sea como fuere, de momento nos podemos permitir disfrutar este verano de una nueva ración de Saitama, que nos deja con otro pedazo de volumen que sacia nuestras ansias de más material de esta serie. Así que dejémonos de tonterías y vamos a disfrutar de esta entrega, que con Suiryuu en portada (y un pequeño Saitama /Charanko haciendo el memo de fondo) y el título Células de Monstruo nos ofrece mucho más avance argumental del que habíamos esperado encontrarnos.
Sea como fuere, de momento nos podemos permitir disfrutar este verano de una nueva ración de Saitama, que nos deja con otro pedazo de volumen que sacia nuestras ansias de más material de esta serie. Así que dejémonos de tonterías y vamos a disfrutar de esta entrega, que con Suiryuu en portada (y un pequeño Saitama /Charanko haciendo el memo de fondo) y el título Células de Monstruo nos ofrece mucho más avance argumental del que habíamos esperado encontrarnos.
Como siempre y gracias a IVREA, en un formato idéntico al homónimo japonés: un rústica con sobrecubierta en la que encontramos el logo en color azul cielo.
Para los profanos que aun no sepan de que estamos hablando os dejamos con nuestra clásico repaso / sinopsis / resumen que narra de que va esto. Si ya tenéis superada esta fase, saltad más abajo y le damos al turrón.
One Punch-Man (ワンパンマン) es un manga shonen / seinen de humor serio que originalmente apareció en formato webcomic en 2009 de la mano del artista One. Tras esto la serie inicio su publicación el 14 de junio de 2012 en la revista Young Jump contando con Yusuke Murata (Eyeshield 21) como ilustrador, y en estos momentos ya ha pasado la decena de volúmenes recopilatorios en Japón cosechando unas abrumadoras cifras de ventas.
El 5 de octubre de 2015 se estrenó en Japón una adaptación anime de 12 episodios (a lo que siguieron 6 OVAs) a cargo del estudio Madhouse que termino de catapultar la obra a la fama internacional, convirtiendo a Saitama en toda una celebridad.
En nuestro territorio IVREA lanzó el primer tomo el pasado 31 de diciembre de 2015, logrando un más que notable (y esperado) éxito de tiendas e introduciendo por primera vez de forma oficial la franquicia en nuestras casas. Ahora, con el anime licenciado por Selecta Visión para su distribución home video en nuestro país, el fenómeno se afianza aun más.
Saitama es un hombre cualquiera que harto de la vida de asalariado decide volcarse por completo a su afición de ser un superhéroe. Sin embargo, tras tres años de entrenamiento, nuestro protagonista se ha hecho tan poderoso que ningún enemigo es capaz de sobrevivirle un golpe.
Saitama se ha hecho absurdamente poderoso y todos sus enemigos son desintegrados con un simple puñetazo leve. Nadie es capaz de hacer frente a su fuerza, y sus nudillos volatilizan todo enemigo sin dejar rastro.
Así conoce a Genos, un adolescente con cuerpo de androide que, en busca de hacerse más poderosos para lograr su venganza, se autoproclamaría su discípulo. Ambos no tardan en terminar en una asociación de superhéroes profesionales, en la cual deberá escalar si desea cobrar por su fama y tener algo del merecido reconocimiento.
Continua la terrible crisis que asola todas las ciudades con un ataque simultaneo de cientos de poderosos monstruos que han logrado saturar el sistema de héroes y su capacidad de reacción, cobrándose cientos de víctimas y convirtiendo todas las urbes en un devastador campo de batalla en el que cada vez está menos clara la victoria de los héroes.
En este tomo podemos ver la intervención de algunos de los más poderosos de este grupo, con la llegada del atractivo Flashy Flash al que rápidamente se le sumará la tsundere Tatsumaki para reducir a pura mierda un gigantesco pulpo con docenas de ojos que ya había mermado las filas de los héroes más débiles. Una espectacular intervención que, sin embargo, vuelve a dejar claro que los héroes más poderosos son incapaces de cooperar entre ellos.
Una certeza que queda desmentida en los círculos más bajos cuando en otra escena de la situación, situada bastante más avanzada en el tomo, vemos al siempre heroico y amado Rider sin Licencia hacer equipo con Tank Top Master para salvar a los civiles.
En otro orden de cosas pasamos a otro escenario protagonizado por Samurái Atómico y sus discípulos, en el que el héroe de clase S ha acudido a la Asamblea de Maestros Espadachines, dispuesto a exponer el horrible problema que supone el cazador de héroes Lobo, personaje que hasta la fecha ya conocemos como el discípulo renegado de Bang, un experto en la escuela del Puño Destructor de Rocas, que se ha cobrado hasta ahora montones de víctimas.
Con Bang desaparecido, el Samurái Atómico decide solicitar ayuda a estos maestros de la espada. pero en dicha reunión descubrirá algo bastante terrible: la existencia de unas Células de Monstruo que, aparte de darle título al volumen, son capaces de convertir a cualquiera en una bestia bizarra de enorme poder.
Y mientras Atómico avanza por su parte de la trama, desviamos nuestra atención a dónde, ajeno a todo esto, se encuentra nuestro querido Saitama.
Nuestro calvo favorito se encuentra por fin en la final del torneo de artes marciales llamado Super Fight, al que Charanko se había apuntado y al que ahora reemplaza Saitama haciéndose pasar por él con una peluca mal puesta, a la espera de aprender algo sobre los artistas marciales (sin mucho éxito).
Su paso por el torneo se ha reducido a poner en órbita a sus rivales de un guantazo hasta llegar a la final, dónde por fin puede enfrentarse a Suiryuu, un guerrero que nos ha sorprendido con su actitud desenfadada y con un poder que le ha permitido hasta ahora derrotar a todos sus rivales de un único golpe; algo de lo que solo creíamos capaz a nuestro protagonista.
Un combate que llevamos esperando desde que empezó el torneo y que no decepcionará a nadie, ya que, aunque Saitama se la pasa más preocupado de perder la peluca que otra cosa, sin duda nos encontramos ante la aparición de un rival muy, MUY poderoso del cual vamos a escuchar hablar mucho.
El enfrentamiento entre Suiryuu y Saitama se nos antoja muy impresionante, ofreciendo algunas de las escenas más increíbles e impactante que hemos visto en el manga hasta ahora, todo por supuesto gracias al increíble dibujo de Yusuke Murata, repleto de dinamismo y las ya características splash pages.
El tomo lo termina de bordar un capítulo extra que, sin embargo, creemos que está situado cronológicamente en los sucesos actuales. En él, podemos asistir a un concierto del odiado por todos los lectores Dulce Máscara, en el cual aparte de confirmar que es un sádico, podemos ver en un poco más de profundidad (aunque no demasiada) lo que se le pasa por la cabeza.
Si nos fijamos en los detalles del volumen, encontramos que en la sobrecubierta aparte de la portada protagonizada por Suryuu, encontramos en el dorsal una nueva ilustración que realiza un efecto tridimensional con la solapa como en entregas anteriores, en la cual se representa la escena de Tan Top Master en el hospital.
Finalmente, si desnudamos el volumen, nos encontramos con una cubierta con dos ilustraciones alucinantes; la primera y que sirve de frontal, con todo un ejército de héroes, y la segunda, protagonizada por Samurái Atómico. ¡Casi nada!
En este tomo podemos ver la intervención de algunos de los más poderosos de este grupo, con la llegada del atractivo Flashy Flash al que rápidamente se le sumará la tsundere Tatsumaki para reducir a pura mierda un gigantesco pulpo con docenas de ojos que ya había mermado las filas de los héroes más débiles. Una espectacular intervención que, sin embargo, vuelve a dejar claro que los héroes más poderosos son incapaces de cooperar entre ellos.
Una certeza que queda desmentida en los círculos más bajos cuando en otra escena de la situación, situada bastante más avanzada en el tomo, vemos al siempre heroico y amado Rider sin Licencia hacer equipo con Tank Top Master para salvar a los civiles.
Con Bang desaparecido, el Samurái Atómico decide solicitar ayuda a estos maestros de la espada. pero en dicha reunión descubrirá algo bastante terrible: la existencia de unas Células de Monstruo que, aparte de darle título al volumen, son capaces de convertir a cualquiera en una bestia bizarra de enorme poder.
Y mientras Atómico avanza por su parte de la trama, desviamos nuestra atención a dónde, ajeno a todo esto, se encuentra nuestro querido Saitama.
Su paso por el torneo se ha reducido a poner en órbita a sus rivales de un guantazo hasta llegar a la final, dónde por fin puede enfrentarse a Suiryuu, un guerrero que nos ha sorprendido con su actitud desenfadada y con un poder que le ha permitido hasta ahora derrotar a todos sus rivales de un único golpe; algo de lo que solo creíamos capaz a nuestro protagonista.
Un combate que llevamos esperando desde que empezó el torneo y que no decepcionará a nadie, ya que, aunque Saitama se la pasa más preocupado de perder la peluca que otra cosa, sin duda nos encontramos ante la aparición de un rival muy, MUY poderoso del cual vamos a escuchar hablar mucho.
El tomo lo termina de bordar un capítulo extra que, sin embargo, creemos que está situado cronológicamente en los sucesos actuales. En él, podemos asistir a un concierto del odiado por todos los lectores Dulce Máscara, en el cual aparte de confirmar que es un sádico, podemos ver en un poco más de profundidad (aunque no demasiada) lo que se le pasa por la cabeza.
Si nos fijamos en los detalles del volumen, encontramos que en la sobrecubierta aparte de la portada protagonizada por Suryuu, encontramos en el dorsal una nueva ilustración que realiza un efecto tridimensional con la solapa como en entregas anteriores, en la cual se representa la escena de Tan Top Master en el hospital.
Finalmente, si desnudamos el volumen, nos encontramos con una cubierta con dos ilustraciones alucinantes; la primera y que sirve de frontal, con todo un ejército de héroes, y la segunda, protagonizada por Samurái Atómico. ¡Casi nada!
