Por supuesto este segundo volumen llega en la impecable edición que nos viene ofreciendo la editorial, con un rústica con sobrecubiertas de 248 páginas que en este nueva saga luce un lomo azul claro, y que suponemos que nos acompañará al menos durante la saga de Pilaf, aunque esta saga en la web de planeta se llama Dragon Ball Color Origen y Red Ribbon y se supone que alberga 8 tomos, cubriendo pues todo lo de Pilaf, el entrenamiento con muten, el 21 Tenkaichi Budokai y toda la lucha contra la cinta roja.
Casi nada.
Ahora sin más ¡veamos que nos ofrece este número!
Tras haber asistido en el número anterior al inicio de la aventura de la búsqueda a las Bolas de Dragón de Bulma y Son Goku, en este tomo continuamos con la misma saga justo tras los eventos sucedidos en el monte Frypan y dejándonos a medias con la saga en al que hacen frente a la mafia de Usagi Ninjin-ka.
Comenzando con este viejo villano, el cual es probablemente la mayor referencia a la cultura japonesa de todo el volumen, sigue y concluye la que podríamos llamar saga de Pilaf hasta prácticamente la mitad de este tomo, llevando por supuesto a nuestros amigos.
Esto significa que, efectivamente, asistiremos a la primera invocación del Dragón Shenron, al primer deseo - por parte de Oolong como bien recordaréis - y, por supuesto, a la primera y sorprendente vez en que Son Goku se transformó en un mono gigante. Una perturbadora e impactante transformación que, mucho, mucho más adelante, descubriríamos como una de las propiedades de la raza saiyan de la que es originario, comenzando a llamarse simplemente Ohzaru. Sin duda dos momentos dignos de recordar que marcaron nuestra vida en su momento.
Efectivamente amigos, en este tomo también hallamos el momento en que Goku y Krilin se conocen, dando pie a unas de las amistades más largas y sólidas del shonen, una pareja de guerreros a los que veríamos crecer y madurar juntos hasta puntos insospechados.
Un entrenamiento que, por supuesto, desemboca en el esperado y espectacular 21 Tenkaichi Budokai en el que se relatarán los frutos de las enseñanzas de Roshi.
Una vez más un tomo muy, muy completo que además hace gala de una nueva rotulación, una nueva traducción y en general un acabado bastante estupendo, al que se le suma una traducción impecable y toda una serie de notas al pie de página como la que vemos en la imagen inferior, algunas explicando toda una serie de conceptos más que necesarios para atravesar la barrera cultural que nos separa de Japón.
En este caso, además de diversas curiosidades sobre el proceso de creación de la historia y los diseños, encontramos el primer diseño de Son Goku en su forma Ohzaru, el cual difiere muchísimo del que todos conocemos, estando incluso vestido y con bastón incluido, y con una expresión que más bien poco tiene que ver con la bestia saiyan que todos conocemos y tememos.
Sin duda, un valor añadido a esta nueva edición que hace que merezca la pena releerse toda la obra, esta vez en color y con más detalles que nunca.
¡Hasta pronto Guerreros Z!