Cómic: Reseña de "Shi #1: Al Principio fue la Ira" de Zidrou y Homs [Norma Editorial]

Hoy en día el feminismo está en boca de todos, es asunto de actualidad y de reivindicaciones, pero desde luego ninguna llegará a ser tan grande como la que tiene lugar en el cómic que hoy tenemos en nuestras manos. 

Esta es otra increíble historia del magnífico guionista belga Zidrou, que viene muy bien acompañado del dibujante Homs, consiguiendo una química de lo más espectacular que se nota en la dinámica de este volumen titulado Shi #1: Al Principio fue la Ira.

Este es el primer número de una serie de cuatro volúmenes que comenzó a lanzar Norma Editorial el pasado mes de Marzo. Como suele ser habitual el formato es un sencillo cartoné de grandes dimensiones (23,5x31 cm) que incluye en su interior 56 páginas a color que son un grito puro a la rebeldía y la venganza.

Shi #1:

Esta historia tiene lugar en dos momentos muy concretos.

2013 Londres, el tribunal rechaza una denuncia a Lionel Barrington, presidente de una compañía armamentística de ser responsable de la muerte de un niño, víctima de una de sus minas. 

Tras el éxito de la sentencia a su favor toda la familia vuelve a casa a celebrar una espléndida fiesta en el jardín de su casa cuando su propio hijo y su mujer estallan por culpa de esas mismas minas que el mismo comercializa.

No se tardará mucho en descubrir que este ataque ha sido perpetrado por una organización criminal cuyos líderes son exclusivamente femeninos, siendo madres sobretodo, que se identifican bajo el ideograma japonés Shi, que significa Muerte.

1851 Londres, el Imperio Británico celebra la Primera Expo Mundial demostrando su superioridad industrial, militar y económica a todo aquel que se acerque al palacio de cristal. A este acude la familia Winterfield al completo, presidida por el venerable coronel, sin embargo nada más poner un pie en el recinto se encuentran con una pequeña niña que les pide una moneda para comer y a la que antes de que sea agredida para enseñarle modales, la hija del coronel, Jennifer, se ofrecerá a darle dicha moneda además de un pequeño consejo, que se marche y se evitará los problemas que le sucedan si vuelve a entrar en el recinto.

Pasado este primer encontronazo la familia disfrutará de las exposiciones que allí se encuentra, quedando Jennifer prendida de una de ellas, en la que una mujer japonesa con su bebé en brazos posa para el público, pero en el momento de ir a fotografiar tan tierna escena se da cuenta de un triste hecho, ese bebé está muerto.

Ante tal atroz hecho los policias presentes arrancarán al bebe de los brazos de la mujer con sus porras, pero Jennifer se pondrá en medio y tras calmar a la mujer recuperará el cuerpo del recién nacido para que sea examinado por su tío de profesión médico, quien en ese mismo lugar corroborará que él bebe llevaba muerto al menos 24 horas. Sabiendo que esto podría generar un escándalo los organizadores de la Exposición encubrirán el suceso enterrando al niño en los jardines cercanos pero no serán conscientes de que la misma Jennifer romperá todo tipo de reglas para ayudar a la joven mujer, llamada Kita, a recuperar a su bebé.

Así comenzarán su relación estas dos mujeres de orígenes tan diferentes y cuyos destinos se verán entrelazados, siendo los pilares de esta rebelión.

Nuevamente Zidrou vuelve a traernos uno de esos volúmenes en el que una historia desgarradora nos llega hasta lo más profundo del corazón, pero no porque esta sea tierna o dulce como sucedió con Lidie, sino por la angustia y la rabia que emana retratando una sociedad que bajo una fachada de modestia esconde el abuso al género femenino, despreciándolo y dejándolo de lado en todos los factores sociales, tanto políticamente como sexualmente.

El escenario en el que tiene lugar esta historia puede parecer extraño en un principio al contar con varios saltos temporales que no se sabe muy bien cómo están unidos, pero el desarrollo del argumento poco a poco irá esclareciendo todas las dudas que pudieran surgir y atrapará al lector en una trama que resulta de lo más interesante no solo por lo sucedido en ella, si no por todo el trasfondo que conlleva.

A su vez los personajes, que siempre han sido el punto fuerte de este guionista, son de lo más completos psicológicamente. Nuestras dos protagonistas cuentan con un carácter fuerte y que se hace notar en contraste con el resto de mujeres, quienes apenas parecen tener relevancia. Por otro lado los miembros del género masculino también tienen sus luces y sombras, encontrando aquí desde terribles secretos entre caballeros cuyos rituales son de lo más machistas, a personajes galantes que aunque parezca que no, harán todo lo posible por ayudar a un miembro de su familia.

En cuanto al arte de Homs, este es simplemente tan detallado y exquisito como el que se podía ver previamente en otras de sus obras. Los elementos que rodean la época victoriana en la que tiene lugar la mayoría de la historia son simplemente sublimes, transportándonos con sus viñetas a una época que aunque no hemos vivido bien parece retratada en sus páginas.

Personalmente me encanta el diseño de personajes y de vestuario, siendo delicado y muy realista gracias a sus colores y tintas que tan bien se han aplicado a lo largo de todo el volumen. Los cuerpos femeninos parecen salidos de una pintura y sus paisajes no desmerecen nada a las fotografías de la época.

En conclusión, aquí a una servidora siempre ha sentido cierto cariño hacia las obras de Zidrou, pero tengo clarísimo que esta, esta vuelve a ser una obra de arte de esas que te dejan una espina clavada en el corazón hasta que consigues poner las manos en el siguiente número de la colección. Esta es otra de esas grandes obras que merecen un hueco en las estanterías no solamente por ser estéticamente bella, si no por contar una historia cruda y realista que hace temblar al lector mientras la lee, temblar de rabia como sus protagonistas.