La serie nos llega de manos de la editorial una vez más en una fantástica edición cartoné en cuyo interior encontramos 368 páginas a todo color que recopilan los números USA Superman/Batman núms. 57 a 71 y una enorme galería de portadas.
Nos encontramos ante una colección de cómics imprescindible, una oportunidad única de disfrutar de una de las uniones mejor elaboradas de los dos superhéroes más emblemáticos del mundo, quienes se arrojan a una serie de aventuras que les obligarán a trabajar juntos codo con codo, supliendo las carencias de uno con las virtudes del otro en una sinergia fascinante.
Una colección que dio inicio gracias al aclamado guionista Jeph Loeb (Batman: El largo Halloween, Superman: Las cuatro estaciones), y que en NOCHE Y DÍA presenta a los guiones las mentes de Andy Lanning, Dan Abnett, Joe Casey, Joshua Williamson, Matt Cherniss, Michael Green, Mike Johnson, Peter Johnson y Scott Kolins, en compañía de grandes artistas como Ardian Syaf, Brian Stelfreeze, Brian Haberlin, Federico Dallocchio, Francis Manapul, Jason Fabok, Joe Quinones, Kelley Jones, Rafael Albuquerque, Scott Kolins y Whilce Portaccio
Un cómic en el que se reúne toda la esencia del antiguo Universo DC, que tanto añoramos todos aquellos que nos vimos obligados a sufrir el Flashpoint.
Superman / Batman: Noche y Día
Nos encontramos ante un volumen que, a cargo de toda una inmensa variedad de autores de renombre nos ofrece una serie de aventuras que exploran facetas de lo más originales, desde mundos alternativos surgidos de simulaciones hasta sueños convertidos realidad, e incluso algunos existentes en niveles moleculares que nunca hubiéramos sospechado. Una premisa a la que acompañan un sinfin de historias que en estos momentos llegan incluso a solaparse con el macroevento La Noche más Oscura.
La primera de las historias es Nanópolis, cuyos guiones recaen en Dan Abnett y Andy Lanning, contando con dibujos de Whilce Portacio, y es una de las sagas largas de esta entrega.
En ella asistiremos a como un enfrentamiento con el villano conocido como El Bromista terminará resultando en Superman siendo trasladado mediante un rayo miniaturizador a un universo a escala molecular.
Allí, mientras los segundos se convierten en días, se perderá en un infinito mientras aguarda a que su mensaje de aucilio sea respondido por el murcielago. En el impás de minutos en que Batman acude en su ayuda trasladándose a dicho nanoverso, habrán pasado meses y Superman ya será víctima de los nanobots, las pequeñas máquinas de El Bromista que habrán evolucionado hasta fundar su propia sociedad despota, bajo cuyo yugo los seres que habitaban este universo se han visto relegados a ser nómadas.
Batman y Superman liderarán una última batalla por liberar a la población de los Nanómadas, antes de regresar al macroverso en lo que, en nuestra realidad, han sido solo unos minutos.
Sin duda, una serie de lo más original, que nos traslada a un nuevo universo de posibilidades microscópicas en lo que es todo un derroche de imaginación y una saga tan épica como fantástica comprimida en estas viñetas. A ella le acompaña un dibujo bastante estándar que, aunque no destaca en ningún momento, acompaña gustosamente el arco.
La segunda historia de este quinto volumen es Amalgama, a cuyos guiones encontramos a Michael Green y Mike Johnson, acompañándoles en el dibujo Francis Manapul, a quién conocemos de sobras por su obra en Flash durante New 52.
En este otro original relato de dos partes, vemos como, tras un proverbial pestañeo, nuestros héroes se encuentran en lo que se conoce como Gothampolis, una fusión de sus dos ciudades en la cual habitan héroes que son una amalgama de dos de los equivalentes en su mundo, algo que vemos representado en los Titanes de la Justicia, el supergrupo de élite de este mundo, en cuya alineación encontramos a Hawk Beats, Star Canary, Aquaborg, Night Lantern, Donna Wonder y Flash.
Nuestros héroes, mientras intentan deducir que ha ocurrido (o al menos Batman trata de deducirlo), deberán hacer frente a unas amenazas que desean erradicarles por completo de la realidad, y que se ven representadas también por mezclas de los villanos de su mundo, capitaneadas por Doomstroke y Lex Joker.
Otro impresionante derroche de imaginación, que merece la pena aunque solo sea por ver las curiosas mezclas de los héroes y villanos que encontramos, las cuales son tan inverosímiles como atractivas, como la peculiar Brainycat, resultado de mezclar Catwoman con Brainiac. Casi nada.
En cuanto a arte, encontramos el estilo característico de Francis Manapul, el cual destaca en referencia a lo visto en la anterior saga, siendo mucho más único y reconocible gracias a sus trazos y el peculiar y tratado de color.
En Compañeros encontramos una historia corta guionizada por Michael Green y Mike Johnson, quienes junto al dibujo de Rafael Albuquerque nos narra la primera cooperación entre Supergirl y el tercer Robin encarnado por Tim Drake, mostrándonos los orígenes de su bien hallada amistad.
Tras dejar a Supergirl en la Batcueva con Tim, Superman y Batman les dejarán a solas para ocuparse de un tema de La Liga. La velada se truncará cuando una suceso en Arkham obligue a Robin a intervenir.
Acompañándole, Kara descubrirá los terribles horrores de la demencia y los villanos a los que los héroes gothamitas deben hacer frente cada día. Una experiencia de la que ambos aprenderán valiosas lecciones.
Un capítulo más bien normalillo, en el que lo que más brilla es el fantástico dibujo que aporta Albuquerque.
Tras esto llegamos a Noche y Día, la saga que da nombre al volumen y que nos presenta una vez más un muy original argumento de la mano de Michael Green y Mike Johnson, quienes nos presentan un horripilante futuro en el que Grodd ha triunfado y controla a toda la humanidad con sus poderes mentales.
Tras haber logrado expulsar a Superman y los suyos del planeta extendiendo kriptonita sintética en la atmósfera y erradicar a los otros héroes que se le oponían, la única resistencia que queda son Batman y Alfred, quienes no han sucumbido a sus habilidades.
No obstante, el entrenamiento mental del Caballero Oscuro fallará cuando Alfred sufre un infarto, provocando que el malvado gorila le localice con su ejército, propiciando la batalla final.
Una vez más contamos con el dibujo de Albuquerque, que aporta lo mejor en cuanto a arte de todo este tomo.
Siguiendo con las peculiares posibilidades exploradas en este volumen, pasamos a la historia Dulces Sueños, guionizada por Peter Johnson y Matt Cherniss y dibujada por toda una galería de autores cuyo trabajo conjunto tampoco nos aporta nada especial en sus viñetas: Brian Sterlfreze, Brian Haberlin, Kelley Jones, Joe Quionones y Federico Dallochio.
La historia nos mostrará lo que más temen Joker, Luthor, Superman y Batman, cuando estos sucumben al gas del miedo del Espantapájaros.
Siendo víctimas de Crane, veremos unas realidades que para ellos son horripilantes, en las que por un lado Luthor es Jimmy Olsen, el Joker no tiene gracias, Superman lo pierde todo y Batman lleva... una vida normal.
Una historia bastante peculiar con un final predecible, que probablemente sea de lo más flojo que encontramos en estas páginas.
La noche de la cura es una historia de dos partes bastante peculiar que se incluye en los sucesos acontecidos durante el macroevento La Noche más Oscura.
Guionizado y dibujado por Scott Kolins, nos encontramos ante la resurrección de Solomon Grundy por parte de uno de estos anillos negros, lo cual dará inicio a un terrible enfrentamiento entre el monstruo y los agentes de SHADE Frankenstein y la Novia, a lo que se sumará la llegada de Superman Bizarro.
Paralelamente y dando título al arco, encontramos al Manbat, al cual intentarán suministrar una cura antes de verse en medio de ese conflicto a tres bandas.
Una historia bastante peculiar en este tomo al no incluir a ninguno de nuestros protagonistas pero si a sus villanos, que nos deja un poco fuera de tiesto.
Como cierre para este v sin lugar a dudas la mejor saga incluida encontramos El Gran Acontecimiento, una historia que cuenta con un preludio y tres partes a cargo de Joe Casey y con dibujo de Ardian Syaf, quién en esta ocasión se encarga solo de los lápices.
Varios milenios atrás una flota kriptoniana se enfrenta en el espacio a unos terroristas alienígenas que se han apoderado de una de sus propias naves, la cual posee un nuevo motor en pruebas. Durante el enfrentamiento, la nave salta al hiperespacio, desapareciendo junto a los agresores.
En la actualidad, los restos de la nave aparece en nuestro espacio tras la cara oculta de la luna, dónde es investigada por nuestros dos héroes, los cuales descubren que se trata de una nave de kripton de un pasado muy remoto. Pero entre los cadáveres de kriptonianos, encuentran a faltar una cápsula de escape.
El contenido de esta cápsula cae sobre las cumbres el Himalaya, dónde toman contacto con el filántropo Anderson Gaines, inversor de laboratorios S.T.A.R. que siempre ha decidido permanecer en incógnito.
Tras este contacto, de repente Anderson Gaines decidirá dejar de permanecer en el anonimato, comenzando a comportarse de manera diferente y dando inicio a una guerra entre la raza Durlan y los kripronianos que se creía olvidada hace milenios.
Sin lugar a dudas la historia más trepidante de todo el tomo, en la que encontramos un poco de todo: Bat-trajes y bat-naves molonas, alienígenas metamorfos, viejas guerras espaciales y sicarios nucleares, todo acompañado de un fenomenal dibujo y viñetas repletas de acción en las que Batman y Superman deberán ingeniárselas para que un terrorista espacial no termine lo que sus congéneres iniciaron hace tanto tiempo.
Con esta fantástica historia llega a su final el ya quinto volumen, dejándonos a la espera de su sexta entrega, la cual probablemente sea la última, alcanzando hasta el número regular 87 de la colección, que fue publicado en agosto de 2011.