Manga: Reseña de "Trinity Seven" (トリニティセブン ７人の魔書使い) vol. 10 de Kenji Saito y Akinari Nao [IVREA].

Terminando el año 2016 por la puerta grande, IVREA lanzaba entre sus novedades del 30 de diciembre una nueva dosis de magia y ecchi gracias a la décima entrega de Trinity Seven, volumen que acerca a la serie cada vez más peligrosamente a su serialización japonesa, que hasta la fecha con 15 volúmenes recopilatorios publicados.

Este nuevo volumen recopila los capítulos 40 a 43 en el interior de un tomo editado en un clon de su homónimo japones, incluyendo una portada con barniz selectivo que en esta ocasión viene protagonizada por delante y por detrás por unas preciosas imágenes de Hijiri, la querida prima de Arata.

Si abrimos el tomo, encontramos otro homenaje a los fans con 4 páginas a todo color en las que encontramos primero a Lilith junto a Mira, dúo que repite en un póster a doble página luciendo bikinis ¡viva el fanservice!

Trinity Seven, titulado en el país del sol naciente como 7-nin no Mahoutsukai (トリニティセブン ７人の魔書使い) es fruto de los guiones de Kenji Saito y los dibujos de Akinari Nao, quienes empezaron su publicación en la revista japonesa Monthly Dragon Age del sello Fujimi Shobo el 9 de diciembre de 2010.

Debido a su éxito en ventas, el manga fue adaptado a un anime de 12 episodios realizado por Seven Arcs que comenzó a emitirse el 7 de octubre de 2014.

De magos y tetas.

Nuestra historia se centra en un adolescente llamado Arata Kasuga quién, tras ver desaparecer a su querida prima Hijiri durante una misteriosa hecatombe conocida como fenómeno de colapso que erradica a toda la ciudad y sus habitantes, descubre sus habilidades latentes para la magia y es reclutado por la Real Academia Biblia.

Con el objetivo de traer de vuelta a su prima desaparecida, Arata comienza sus peculiares clases lectivas sobre magia destacando por encima del resto de estudiantes como el candidato a próximo Rey Demonio o, lo que es lo mismo, el mago más pepino de la academia.

Ante Arata en su difícil camino al tener este rango de poder, se encuentra la adversidad de tener que derrotar / seducir a las Trinity Seven, siete chicas preciosas, cada una especialista en un tipo diferente de arte mágico que las asocia con uno de los pecados capitales.

La vida del mago es difícil... Aunque Harry Potter se muere de envidia al leer esto.

¡Festival estudiantil!

Nuestro anterior volumen nos dejaba con el inicio del Festival Estudiantil de la Academia Biblia, un evento al que no solo acuden otras academias si no que además ofrece un atractivo aliciente con una serie de enfrentamientos por parejas en los cuales no solo se podrá examinar con detenimiento y aprender del tema de los combatientes, si no que además el director aporta el componente adicional de que el equipo ganador podrá pedir LO QUE QUIERA al equipo ganador.

Por supuesto, esto despierta en nuestro pervertido protagonista un interés a nivel personal bastante más grande que el que ya tenía antes. ¿Significa esto que podrá pedir pues todo tipo de cosas salidorras a las magas derrotadas (la mayoría de las cuales son Trinity Seven)? La respuesta es SÍ, lo que pone loquisimo a Arata y a Liese, quién hará de su compañera en este torneo.

Con ello, el peculiar y misterioso director decide definir a Arata y Liese como los jefes finales del torneo, anunciando lo que serán las primeras alineaciones de combates, las cuales son más que interesantes:
Arata y Liese VS Arin y Yui
Lilith y Mira VS Akio y Levi

Sin embargo, hay mucho más interés en este tomo, más allá de lo que está sucediendo entre los alumnos de la academia Biblia, ya que al aparición de una misteriosa muchacha a despertado lo que parece amor en el corazón de Arata, y por lo tanto unos profundos celos por parte de todas las Trinity Seven. Se trata de Anastasia-L, una preciosa maga que dice pertenecer a la academia Akasha, quién no tarda en revelarse como La Santa de la Resurrección, la que sin lugar a dudas terminará siendo un peligro para el candidato a Rey Demonio.

Por si esto no fuera suficiente, a Anastasia-L y a la presencia de la propia Hijiri, la Santa Caída, tenemos que añadir la aparición del personaje más inesperado, Abyss Trinity, el Rey Demonio de otra dimensión y padre de Lilith Asami a quién nuestros héroes se enfrentaron y derrotaron en el anterior arco de la Biblioteca del Cielo, y que ahora reaparece con una inesperada actitud paternal que volverá loca a la pobre Lilith. Al menos yo querría suicidarme.

Por si todos estos ingredientes no fueran suficientes, este décimo volumen nos deja en su totalidad el fascinante y sorprendente primer enfrentamiento del torneo entre las parejas formadas por Arata y Liese y Arin y Yui, el cual ocupa una buena parte del tomo y no dejará indiferente a nadie al ver como son capaces de desarrollar el poder de sus temas los combatientes.

Kenji Saito da en este volumen inicio de forma firme a un nuevo arco en el que la inclusión de Anastasia-L sin lugar a dudas tendrá mucho que decir, sobretodo si tenemos en cuenta que de momento parece haber robado el corazón de nuestro protagonista. El autor con maestría logra en este volumen dejarnos bastante rotos con el torneo de magos, cuyo resultado será mejor que comprobéis por vosotros mismos. Con ello logra otro volumen más de este shonen cada vez más repleto de acción sin renunciar a las dosis recomendadas de fanservice y ecchi.

Por su parte Akinari Nao continúa fascinándonos con su trazo limpio que logra, de una manera bastante peculiar, convertir a todas sus chicas de rostro aniñado en un montón de bombas sexuales que dan pie al erotismo que envuelve constantemente las viñetas de esta obra.