Cómic: Reseña de "BRIBONES" vol.3, De dioses y tumbas. [Dibbuks].

Tras un año de espera desde la salida del segundo volumen, la editorial Dibbuks nos alegraba la vida este diciembre al incluir en sus novedades el tercer volumen de BRIBONES, titulado De dioses y tumbas.

Con motivo del regreso de los ladrones Bram el guerrero norteño y Weasel la comadreja, esta nochebuena os dejamos con nuestra reseña de dicho volumen, en el que continuamos disfrutando de las aventuras de los divertidos aventureros creados por el gran El Torres a finales de los años noventa en colaboración con Juan Jose Ryp, quienes alejándose de su trabajo en el cómic erótico se metían en el nacimiento de una revista de fantasía y rol llamada "Barbarian".

Dibbuks nos trae en esta ocasión dos historias diferentes de estos aventureros tan gamberros en una rústica de 128 páginas a todo color de 17x26 centímetros, recopila las historias El corazón ardiente y La cripta de los dioses podridos, publicadas originalmente en USA bajo el sello de AMIGO COMICS.

BRIBONES: BRAN Y WEASEL.

Para aquellos que a estas alturas aun no conocen a Bran y Weasel, nos encontramos ante dos personajes de los más irreverentes y con más jeta que espalda que nos trasladan a un universo de fantasía al más puro estilo Dragones y Mazmorras, un entorno que no es en absoluto ajeno para el lector medio de cómics - mucho menos para aquellos que además son usuarios de los juegos de rol - y que en ocasiones parece ya tener poco que ofrecer.

Sin embargo, aquí es dónde entra la maestría de El Torres.

Y es que este valorado guionista desata toda su imaginación en Bribones, dando una nueva vuelta de tortilla al género gracias a una frescura y un humor que todo el mundo puede disfrutar.

Si, la fantasía está muy trillada a estas alturas, pero Bran y Weasel aportan un ingrediente que no se puede menospreciar: son unos cabrones.

Todos los que hemos jugado alguna vez a rol de mesa podemos detectar enseguida a este tipo de personajes: aquellos jugadores que, ficha en mano, fueron capaces de crear en aquellas sesiones de juego a unos aventureros que convertían cualquier mazmorra en una experiencia divertida, y que en más de una ocasión y gracias a su actitud socarrona lograban que el director de juego se arrancara los pelos de la cabeza.

Así es, Bran y Weasel son dos personajes en un mundo de fantasía con una actitud arrancada de una película de acción de los 80, dos caraduras imparables e incorregibles que, aunque sea el fin del mundo, son capaces de arrancar una carcajada incluso al lector más experimentado.

Y es que, ¿quién no le cogería cariño a estos indeseables?

El Corazón Ardiente

El tercer volumen de Bribones viene completito completito, con la friolera de una historia corta y dos historias autoconclusivas que harán las delicias de los seguidores de los dos delincuentes más gamberros de la novela gráfica. Aunque a nivel artístico podemos decir que nos encontramos ante un descenso respecto a lo que nos ofrecía en la segunda entrega Lolita Aldea, El Torres se asocia en esta ocasión con toda una serie de artistas que cumplen de sobras con lo que podríamos esperar.

Dicho esto vamos al turrón, repasando una a una cada una de las historias incluidas.

La primera trama que encontramos es La Canción de los Bribones, una pequeña historia dibujada por Rubén Rojas a modo de prólogo de lo que está por venir en el que conocemos a una bardo llamada Aranda cuya intención, no demasiado acertada, es la de realizar una balada en honor de los ladrones como trabajo final con el que graduarse de su gremio. Con este propósito la muchacha realizará un trabajo de investigación de los dos "héroes" que le hará replantearse muchas cosas sobre los mismos y sobre su carrera.

Tras esta graciosa y breve apertura pasamos a El Corazón Ardiente, trama en la que veremos a los dos personajes en todo su esplendor de brutalidad y despreciable conducta en compañía del detallado y característico dibujo de Juan Jose Ryp, un clásico ya en las páginas de Bribones y todo un sello de identidad en la colección.

El problema comienza cuando nuestros dos protagonistas deciden mediante una treta engañar y asaltar al Duque Clavius, un fanfarrón de la nobleza al que terminan afanandole una inmensa joya roja. Por desgracia para ellos, esta piedra preciosa fue a su vez sustraída por el duque de un culto religioso a Reshef, un destructivo dios del fuego.

A partir de este punto Bran y Weasel se verán perseguidos por todo tipo de villanos que desean recuperar la piedra y el poder que ella puede otorgar, metiéndolos en un sin numero de follones en los que se jugarán el pescuezo sin parar. Todo esto acompañado de comentarios jocosos, brutales combates y una gran cantidad de pezón que poblarán las viñetas de esta descarada aventura.

La última historia del volumen, dibujada por Diego Galindo, es La cripta de los dioses podridos, a la que la pareja se verá obligada a penetrar para poder librarse de la persecución de la Hermandad de Ladrones.

Movidos por este objetivo inicial, Bran y Weasel se lanzarán de cabeza a las tenebrosas catacumbas que se ciernen bajo Gerada para buscar a su mentor Reynard, a la vez que sortean a decenas de trampas, guardianes de lo más bizarros y dioses olvidados.

Pero ante ellos no solo encontrarán peligros y dioses cabreados, si no toda una serie de recuerdos de la primera vez en que entraron a la cripta, permitiéndonos asistir a como estos dos despreciables compañeros iniciaron su relación ¡Algo que desde luego no queremos perdernos!

Con esto cerramos un tomo repleto de aventuras, chistes, bravuconadas y una buena ración de pechotes, orquestado por la maestría narrativa totalmente indiscutible de la que hace gala El Torres. A este,a demás del ya conocido Juan José Ryp encontramos el dibujo de Diego Galindo, quién nos sorprende con un estilo de trazo limpio capaz de capturar perfectamente el espíritu socarrón y aventurero de Bribones.

El Torres es el único guionista español que publica regularmente en Estados Unidos a través de Amigo Comics.

Conocido por sus obras de terror como El velo, El bosque de los suicidas y Las brujas de Westwood; así como por las tentativas de llevar sus obras al cine.

También es un apasionado de la fantasía heroica. Sus cómics se han publicado en Estados Unidos, España, Francia, Alemania y Japón.