Cómic: Reseña de "Invencible Ultimate Collection vol. 7" de Robert Kirkman y Ryan Ottley [Aleta Ediciones].
Robert Kirkman es un nombre de los grande en el noveno arte; creador de la celebrada Walking Dead - aka Los Muertos Vivientes - cuya adaptación televisiva cuenta con una legión de seguidores y de la más reciente Outcast, que ha provocado un efecto similar con su adaptación.
Por desgracia la televisión sigue teniendo mucha más fuerza que el papel, y lo que son auténticas joyas de la novela gráfica quedan relativamente olvidadas ante el éxito de lo que ofrece la caja tonta.
Pero el irreductible grupo de aquellos que aun acudimos a las librerías en busca de nuestra ración de cómic conocemos de sobras a la que es una de las mejores historias de superhéroes del mercado.
Hablamos del increíble Invencible, una saga que sin necesidad de adaptaciones a serie de TV, ha crecido desde su nacimiento bajo el sello Image en enero de 2003 hasta crear su propia franquicia, repleta de spin-offs y material con una calidad que ya querrían algunos de los grandes.
Tal es el éxito de Invencible que, tras ir publicando Aleta Ediciones a lo largo de todos estos años sus aventuras en rústicas recopilatorios por arcos, finalmente se decidió a romper moldes y publicar en nuestro territorio la lujosa edición ULTIMATE, algo que arranco lágrimas de emoción en todos los seguidores de Grayson y compañía.
Ahora tras un largo camino llega el séptimo volumen de la edición mencionada, 312 páginas a todo color en un cartoné enorme con sobrecubierta y solapas que destila calidad por los cuatro costados, incluyendo los números regulares USA 71 al 84, publicados anteriormente por Aleta Ediciones en los volúmenes 16 y 17 de Invencible, acompañado de un montonazo de extras que incluyen bocetos e incluso los guiones originales.
Lejos quedan aquellos volúmenes iniciales en los que el joven de 17 años Markus Sebastian "Mark" Grayson descubría sus poderes heredados de su padre Omni-Man, uno de los superhéroes más poderosos de la Tierra.
Tras adoptar la identidad de Invencible, sus aventuras superheróicas serían legión, llevándole a conocer a todo tipo de compañeros como Robot, Rex Splode o Atom Eve, con quién mantendría una larga relación sentimental, al menos hasta descubrir que su padre era en realidad un agente del Imperio Viltrumita, una raza alienígena de guerreros que pensaban ampliar sus dominios con la adquisición del planeta Tierra.
Ahora, tras un sin numero de vicisitudes, Omni-Man ha regresado a la tierra redimido, dispuesto a reclutar a su hijo para liderar una resistencia contra su propia raza...
Invencible: Guerra Viltrumita y consecuencias.
Nuestro volumen toma como inicio los últimos días en la tierra de Mark y Nolan, que junto a Allen el Alien se encuentran ultimando los preparativos antes de partir hacia la guerra contra los Viltrumitas, una misión de la que las posibilidades de regreso son más bien escasas.
En estos momento antes de su partida, los dos viltrumitas y el unopano reclutarán a Tech Jacket y, tras solucionar Nolan algunas de sus desaveniencias con la madre de Mark y su antigua esposa, terminá decidiendo llevarse a la guerra también a su hijo Oliver, quién marcha más que disponible a patear culos.
Por desgracia para ellos, el viaje hacia la sede de la Coalición de Planetas se verá interrumpido por un ataque preventivo de los viltrumitas con un pequeño comando dirigido por el terrible Conquest.
¡Sí! el segundo round entre Conquest e Invencible tendrá lugar por fin, descubriendo Mark de la peor forma posible que Cecil no se deshizo del cadáver del poderoso viltrumita.
El encuentro, con un resultado que solo podemos tildar como visceral, resultará en nuestro protagonista sumergido en un coma de varios meses que le apartarán a él, a Nolan y Oliver del frente de la guerra.
Mientras tanto, bajo el mando de Thaedus, el líder de la Coalición que se revelará como un viltrumita desterrado, Allen y Tech Jacket comenzarán a reunir todo tipo de medios y guerreros para poder ganar una guerra desesperada.
Leyendas vivas como Battle Beast se unirán al combate, generando un frente que resiste ante los salvajes envites del Imperio Viltrumita en una guerra abierta en la que los mundos arden, hasta que finalmente Mark logra regresar de su recuperación para plantar cara junto a su hermano y su padre al asalto por parte de los viltrumitas al propio mundo de la Coalición de Planetas.
Toda una serie de emocionantes batallas en las que Robert Kirkman nos dirige con su espectacular narrativa a través de las viñetas hasta la batalla final en el propio planeta Viltrum.
¿Qué podemos decir de la guerra Viltrumita?
Ahora que por fin se arroja luz sobre la historia y las capacidades de la misteriosa raza de guerreros - mezcla de los Kryptonianos de DC Comics y los Saiyan de Dragon Ball - llegamos a un climax tan brutal que la sangre parece saltar de las páginas para mancharnos la cara.
No solo conoceremos detalles sobre la traición de Thaedus al Emperador Argall, las consecuencias del virus Azote y sobre el propio mundo natal de los viltrumitas, si no que podremos disfrutar de la batalla más brutal que ha pisado las viñetas de Invencible.
Una saga impresionante de la que, sus consecuencias, darán mucho que hablar en un futuro próximo por parte del poderoso Gran Regente Thragg.
Pero no solo de viltrumitas vive el hombre, y este volumen tiene mucho más que ofrecer. Por un lado, veremos como a su regreso a la Tierra, Mark comenzará a replantearse su manera de llevar las cosas y su vida como superhéroe, comenzando a madurar de una forma que quizá no sea del gusto de todos los personajes que le rodean... algo que vendrá acompañado de algunas complicaciones en su relación con Atom Eve y a su nuevo encuentro con Dinosaurus, cuyos planes de terrorismo medioambiental calarán demasiado hondo en su cabeza.
Por otro lado, veremos el regreso de Robot (ahora Rex) y Monster Girl después de haber desaparecido en un portal que los llevaba hasta el territorio de los Flaxanos... una experiencia que parece haber cambiado por completo a los dos personajes.
Sobretodo a Monster Girl, que nos dejará literalmente, babeando.
Desde luego, Robert Kirkman nos ofrece como es habitual en la colección un volumen tan cañero que es imposible aburrirse, aunque en esta ocasión y gracias a la guerra viltrumita nos atreveríamos incluso a decir que logra ir más allá.
Algo que no lograría si no fuera por el impresionante dibujo de Ryan Ottley, cuyo grafismo ya identificamos inequivocamente con Invencible, trazos firmes y angulosos capaces de quitarnos la respiración, ya sea con las impresionantes féminas o en las apabullantes escenas de acción, en las cuales nos deja boquiabiertos con su dominio del arte secuencial.
Toda una obra de arte de cabo a rabo que nos deja con aun más ganas del próximo número, deseosos de conocer que sucederá con el incierto futuro de los viltrumitas y de descubrir como narices Monster Girl se ha convertido en una tía tan jamona.
¡Casi nada!