Cómic Europeo: Reseña de "Golem" de Lorenzo Ceccotti [Sapristi].

Este pasado mes de junio de 2016, la editorial Sapristi presentaba entre sus novedades una novela gráfica de lo más reivindicativa con GOLEM, que bajo la autoría completa del polivalente Lorenzo Ceccotti (LRNZ para los amigos) nos asomaba a la ventana de un futuro distópico demasiado cercano para el gusto de todos.

Con esta publicación, el sello comiquero de Roca Libros se afianza un poco más en el mercado del noveno arte con un bd de calidad indiscutible que brilla por si mismo en las estanterías de las librerías especializadas en base a su impactante portada casi monocromática.

Publicado originalmente por Bao Publishing, Golem nos llega de la mano de Sapristi en un formato muy similar al original, con una maquetación de portada mucho más pulcra, contando con 280 paginas a todo color en el interior de un rústica con solapas, traducido por David Paradela.

Un libro casi enciclopédico que hará las delicias de los amantes de la fantasía futurista.

El capitalismo como eje continental.
Nuestra historia nos traslada a la Roma del peligrosamente cercano año 2.030, época en la que el gobierno recae sobre la federación formada por Europa y Asia, quienes aparte de adoptar una nueva moneda denominada Pseudo han establecido una serie de pilares de capitalismo absoluto.

La sociedad como tal, ahora gira bajo cuatro megacorporaciones que proporcionan a la población  todas las comodidades necesarias para su felicidad: ahora la sanidad y la educación son accesibles para todos, con enormes avances en el campo médico y todos los productos de primera necesidad -y de no tan primera necesidad - al alcance de la mano de cualquier civil con dinero para pagarlo.

La economía es estable, y cualquier alma puede acceder a mejoras físicas quirúrgicas o al último modelo de smartphone para así estar comunicados 24/7 con sus seres queridos.

Ya sea con los productos de Yoko, Zibbo, Serinus o Nanonine, cualquiera puede permanecer en el lujo.

En este trasfondo conocemos a Steno, un adolescente que hasta ahora lleva una vida normal, con una madre que le quiere, unos compañeros que se meten con él y una preciosa muchacha llamada Rosabella que lo tiene enamorado.

Sin embargo no todo es sencillo y en torno a ellos hay una serie de peculiaridades: por algún motivo las pesadillas acosan los sueños de Steno, por lo que le obligan a tomar unas pastillas para evitarlas, y Rosabella es ni más ni menos que la hija de Filagone, el primer ministro italiano.

El destino quiere que los automóviles de ambos padres se encuentren en medio de un atasco durante un asalto terrorista del grupo Shorai, quienes entre la confusión al hacer frente a los agentes del orden logran llevarse a Steno, mientras su madre y Rosabella son apresadas por los militares, acabando con sus huesos en la prisión de RB/X.

En compañía de los Shorai, Steno descubre dos realidad que darán la vuelta a su mundo. Por un lado, que el comando no es más que una serie de luchadores pacíficos por la libertad, que desean escapar de este mundo de consumo para hallar una felicidad mucho más sincera.

El segundo que el propio Steno es el hijo del difunto inventor de una tecnología secreta llamada nanomáquina G, capaz de transmutar cualquier elemento a nivel moleculal y, por tanto, de reciclar objetos inútiles en otros necesarios.

Siendo este un peligro para los pilares capitalistas que ahora sostienen el mundo y teniendo Steno en su interior el secreto de esta tecnología revolucionaria, tanto él como los Shorai son perseguidos por los militares bajo el mandato del presidente de Eurasia, poniendo al frente a X, un soldado demente que a perdido por completo lo valores que dirigirían la mente de cualquier persona éticamente correcta.

Bajo esta premisa, Lorenzo Ceccotti nos traslada a un futuro distópico que bebe de referencias de otros clásicos de la ciencia ficción como 1984 o Brave New World, en una elaborada crítica a la sociedad consumista que nos rodea y enardeciendo los métodos pacíficos como contramedida hacia un posible futuro desalentador.

Para ello utiliza una serie de recursos gráficos y situaciones que beben de clásicos más modernos que podemos encontrar en el manga seinen, como Akira de Katsuhiro Otomo, lo cual combina con un estilo de trazo fino y tembloroso que rápidamente se convierte en su seña de identidad en estas páginas entre explosiones de colores y páginas metafóricas que nos hacen avanzar por sus páginas en una montaña rusa narrativa.