Cómic: Reseña de "Los Caminos del Señor" vol. #2 de Jaime Calderón [El Yermo Ediciones].

"Los Caminos del Señor" vol. #2 de Jaime Calderón [El Yermo Ediciones].
El pasado mayo de 2016 y tras una larga espera de dos años, Yermo Ediciones hacía llegar a nuestras librerías especializadas el segundo volumen "Los Caminos del Señor", una continuación más que digna de su antecesora que nos maravilla con un cartoné de 22,3 x 31,2 centímetros en cuyo interior hayamos 112 páginas que nos transportan de nuevo al maravilloso arte de Jaime Calderón, capaz de dejarnos boquiabiertos desde su portada hasta la última viñeta.

Como sucediera con su antecesora, esta segunda entrega deja su historia en el buen hacer de David Fabrice y Gregoy Lassablière, quienes la dotan de un guión sobresaliente y perfectamente estructurado sobre el que Calderón puede desatar sus lápices con la gigantesca maestría hiperrealista que le caracteriza.

Cabe destacar una vez más que nos encontramos ante un guión repleto de trasfondo histórico, una narración que nos transporta a los siglos XIV y XV acompañados de una serie de personajes codiciosos y / o ciegos de fe que emprenden un viaje en nombre de Dios para recuperar el objeto que sirve de nexo en ambas historias: un mapa del nuevo mundo trazado por los vikingos durante su primer contacto con tierras americanas, y que ellos piensan puede dirigir a los hombres píos al Edén.

"Los Caminos del Señor" vol. #2 de Jaime Calderón [El Yermo Ediciones].
1307
La primera de nuestras historias nos transporta a inicios del siglo XIV, concretamente a la Comandancia templaria de Santiago, dónde sujetos a las persecución realizada de forma absolutamente interesada de Felipe IV el Hermoso para poder rellenar las endeudadas arcas de la corona, Jacques de Molay decide dar su brazo a torcer, disgregando a todos los templarios en una disolución de la orden que reparte por todo el mundo conocido a sus hombres y sus posesiones, antes de entregarse personalmente junto a algunos de los suyos de forma pacífica a manos de la inquisición.

Bajo el cruel yugo ejercito por Clemente V, quién ocupa el liderato del papado de Aviñón, Molay se ve sometido a todo tipo de torturas y penurias en las garras del inquisidor Guillermo de Paris, ante el que reconoce todo tipo de aberraciones realizadas contra la religión católica y la fe cristiana durante su periodo como líder de los templarios.

Lo que ninguno de ellos advierte, a pesar de las advertencias al rey y el papa del avispado Nogaret, es que todo esto responde a un plan de Molay para lograr encubrir los tesoros secretos del temple.

Lejos de él. la auténtica aventura la vivirá el joven templario Geslin, quién escondido en el carromato de dos gitanas llamadas Perrine y Mahaut tratará de poner a buen recaudo dicho mapa, viviendo todo tipo de aventuras mientras una dramática historia de amor se cuece entre el trío de viajeros.

"Los Caminos del Señor" vol. #2 de Jaime Calderón [El Yermo Ediciones].
1492
La siguiente historia, casi dos siglos después, nos narra como el codiciado mapa / carta de Vinland finalmente llega de forma totalmente fortuita a manos del archiconocido genio naval Cristobal Colón, quién sin dudarlo decidirá presentar una más que conocida empresa para llegar a las Indias dando la vuelta a través del océano atlántico en base a una Tierra redonda.

Tras ser rechazado por el monarca Juan I de Portugal, el descubrimiento de que en sus manos se encuentra dicho mapa le costará la vida a su esposa, lo que lo dirigirá a presentar su aventura a Isabel la Católica, introduciéndole en una lucha continua con la iglesia católica por llevar a buen puerto sus planes.

Teniendo que hacer frente a las amenazas del Inquisidor Torquemada, Colón se mantendrá firme en su idea, manteniéndose estóico frente a viento y marea para pdoer ofrecer las supuestas tierras del Edén a todos los hombres de la tierra.

"Los Caminos del Señor" vol. #2 de Jaime Calderón [El Yermo Ediciones].
David Fabrice y Gregoy Lassablière demuestran su capacidad de realizar una obra correcta y creíble, haciendo uso de una documentación histórica excepcional que convierte estas epopeyas en excelentes novelas gráficas.

Aprovechando la oportunidad brindada, Jaime Calderón presenta unos personajes dibujados con cariño y excelente detalle que en varias ocasiones nos recordarán a actores reales o personas de nuestra vida cotidiana gracias al increíble trabajo realizado. Sumado a esto nos demuestra su capacidad de dibujar impresionantes batallas épicas, donde montones de soldados y caballería se enfrentan a doble página en viñetas que parecen cuadros.

El impresionante dibujo de Jaime Calderón se ve dotado de vida gracias al color de Romain Lubiére, que aplicado de manera precisa dota esta historia del único toque de calidad que le faltaba por alcanzar, convirtiéndola en una delicia para el lector.

Por si esto fuera poco, al final de las dos historias que comprenden este volumen hallaremos además un magnifico cuaderno de bocetos y diseños que completan un álbum magnífico, dónde disfrutaremos aun más de la habilidad de Jaime Calderón al construir su obra.