Cómic: Reseña de "X vol. #2: Los Perros de la Guerra" de Duane Swierczynski [Aleta Ediciones].

Aleta Ediciones presentaba con sus novedades de este mes de octubre de 2015 el vol.2 de X, que bajo el subtitulo de "Los Perros de la Guerra" nos traía otra entrega de uno de los pocos cómics que, aun dentro del género super heroico, ven sus páginas teñidas constantemente de rojo víscera gracias a un buen montón de ultraviolencia.

X vol. 1: Los Perros de la Guerra nos llega desde el sello estadounidense Dark Horse con guiones de Duane Swierczynski (Punisher, Cable, X-Force) y dibujo de Eric Nguyen (Batman: Arkham Unhinged) para presentarnos un nuevo vigilante enmascarado mezcla de Punisher y Batman que se suma a otras colecciones del mismo sello ya publicados por Aleta Ediciones "The Victories" o "El Rapto".

Aleta Ediciones nos ofrece en esta entrega los números 5 al 8 de la serie del brutal vigilante de Dark Horse, en una impecable rústica de 104 páginas a todo color.

El crimen organizado gobierna inclementemente la ciudad de Arcadia, un cadáver de hormigón de cuyos restos se engordan los líderes de las mafias. 

Sin embargo, todo cambia con la aparición de "X", un asesino enmascarado con un aspecto que mezcla el de un ninja con el de un SWAT y una X roja pintada sobre su máscara que comienza a rendir cuentas del crimen organizado.

Sus víctimas, los capos del hampa, van recibiendo fotografías de ellos mismos con la X roja sobre sus rostros, lo cual los sitúa como próximas víctimas del cruzado.

La primera historia que Duane Swierczynski nos ofrece en este segundo volumen con el capítulo 5 es "Asuntos Pendientes", un pequeño alto entre arcos argumentales que nos muestra a un X aun herido haciendo frente a una serie de delincuentes a sueldo que, tras la caída del anterior capo, deciden tomarse la ciudad por su propia mano.

Haciendo uso del chantaje y la extorsión, el conocido como "El Contable" en compañía de "Las Madres" tratarán de librarse del asesino X, pero sus planes no irán tan bien como esperan, convirtiéndose en nuevas víctimas para el sangriento justiciero.

Este capítulo recibe los lápices de Tony Parker, a quién no veremos más por este volumen a pesar de presentar unos trazos más que adecuados para X.

Tras esta historia corta que sirve de puente entre arcos argumentales da inicio Los Perros de Guerra, historia que ocupará los capítulos 6 al 8 del volumen y da titulo al mismo.

En ella veremos como X en esta ocasión pone su marca roja sobre Setter, quién además de la policía se encarga de controlar todo el mercado de la droga de la ciudad.
Viéndose amenazado por el enmascarado cuando este neutraliza por completo a su equipo de confianza Perros de Guerra, Setter decide crear un equipo encargado de dar búsqueda y captura al asesino de policias.

El líder de dicho equipo será Danny Ruidoso, un agente de la ley recién llegado a la ciudad que permanece hasta la fecha incorruptible y ajeno a lo podrido en la propia jefatura.

Con los agentes Freeland Kendrick, Hamideh Rizza y Nate Tendler bajo sus órdenes, tres miembros más de carrera inmaculada, Ruidoso intentará hacer frente al peculiar y violento sentido de la justicia de X, aprendiendo por el camino toda la verdad sobre el cuerpo de policia en elq ue se encuentra sirviendo.

En esta ocasión, Eric Inguyen es el encargado de aportar el arte a estos tres capítulos, haciendo uso de un estilo mucho más agresivo en sus trazos que el anterior dibujante, quedándole como anillo al dedo a esta obra cargada de brutalidad, muerte y vísceras.

En esta compañía, Swierczynski continúa deleitándonos con unas páginas repletas de sangre en el que, a todas luces, es el Punisher de Dark Horse, con una narrativa cada vez más dinámica que cada vez nos permite disfrutar más de esta trama de venganza sin contemplaciones, dejándonos con las ganas de conocer los detalles del enmascarado más salvaje de la última década.