A lo largo de agosto de este año, la editorial Yermo Ediciones tráia a las estanterías de nuestras tiendas de cómic la reinterpretación de una de las novelas más conocidas de la literatura francesa, la más que conocida historia del jorobado de Notre Dame de Victor Hugo, que nos llega de la mano de los guiones de Robin Recht y el característico arte de Jean Bastide, con quienes ya estamos familiarizados gracias a su increible recreación de las aventuras del emperador albino en Elric: El trono de rubí, la cual nos dejo más que maravillados.Originalmente publicado en Francia como dos entregas que compartían el mismo título bajo el sello Glènat el 28 de marzo de 2012, ahora la editorial española nos lo brinda en un integral de 112 páginas a todo color, encuadernado en un precioso formato cartoné de 223x312 mm.
Un clásico que da el paso a novela gráfica por la puerta grande.
La historia clásica y conocida a estas alturas por todos nosotros nos traslada a inicios del siglo XVI a una aldea rupestre donde un anciano comienza a narrarle a su soñadora nieta una historia de princesas bastante diferente de lo habitual... una historia de la que él mismo fue participe.
Su narración tiene inicio con Paquette la Chantefleuire, una muchacha preciosa de una aldea cercana a la que uno de sus amantes bendijo con una pequeña más bonita que el sol.
Sin embargo la bendición duraría poco, ya que una troupe de gitanos le daría el cambiazo, llevándose a su hija y dejando en su lugar un niño deforme.
La mujer enloquecería abandonando al pequeño, que terminaría siendo acogido a las puertas de la catedral de Notre Dame de Paris...
Este prólogo nos deja en la susodicha París a finales del siglo XV, más concretamente al 6 de enero del año 1.482.
Este día en particular se celebra en la capital francesa la fiesta
de los locos, una festividad llevada a cabo por el populacho y los miserables, que por un día invaden y gobiernan las callejuelas de la gran urbe.
Su narración tiene inicio con Paquette la Chantefleuire, una muchacha preciosa de una aldea cercana a la que uno de sus amantes bendijo con una pequeña más bonita que el sol.
Sin embargo la bendición duraría poco, ya que una troupe de gitanos le daría el cambiazo, llevándose a su hija y dejando en su lugar un niño deforme.
La mujer enloquecería abandonando al pequeño, que terminaría siendo acogido a las puertas de la catedral de Notre Dame de Paris...
Este prólogo nos deja en la susodicha París a finales del siglo XV, más concretamente al 6 de enero del año 1.482.
Este día en particular se celebra en la capital francesa la fiesta
de los locos, una festividad llevada a cabo por el populacho y los miserables, que por un día invaden y gobiernan las callejuelas de la gran urbe.
El elegido por supuesto es el horrible Quasimodo, aquel niño deforme que ahora es un adulto jorobado que trabaja como campanero de Notre Dame bajo las órdenes de su padre adoptivo, el arcediano Claude Frollo.
Así Quasimodo es arrastrado a las calles entre vitores, arrastrando la jauría de gente al propio Gringoire hasta las calles donde ve por primera vez a Esmeralda: una joven gitana que danza entre la gente por unas monedas, dejando que su obnubilante belleza despierte el deseo de todos sus espectadores.
Con todas las cartas sobre la mesa, la historia se dispara cuando el desafortunado Gringoire despierta tras estos ajetreados sucesos y termina en los suburbios de Argot, dónde para salvarle de la pena capital, la preciosa Esmeralda decide desposarle.
Todo un vertiginoso inicio para este relato sobre el jorobado de Notre Dame, dónde todos los personajes se enamoran de quién no deben, provocando una espiral de desgracia que, de alguna maravillosa forma, Robin Recht es capaz de dotar con su narrativa de una carisma refrescante, sin duda gracias al magnífico arte que aporta a la obra el gran Jean Bastide, quién con trazos precisos y de tono caricaturesco muy clásico del BD francés, nos deleita con una de las adaptaciones más entretenidas e imaginativas de la obra original de Victor Hugo.