Cómic: Reseña de "Aspic: Detectives de lo Desconocido - La enana de los ectoplasmas" [Yermo Ediciones].

Este pasado mes de marzo de 2015, la editorial consagrada al francobelga Yermo Ediciones nos transportaba a la París más misteriosa del siglo XIX con la publicación en nuestro territorio del primer volumen de ASPIC: Detectives de lo Desconocido.

Bajo La enana de los ectoplasmas quedaban recopiladas las dos primeras entregas de Aspic, détectives de l'étrange que originalmente fueron publicadas en tierras francesas bajo el sello Söleil / Gloris / Lamontagne con las historias La naine aux ectoplasmes y L'or du vice.

Un primer integral en formato cartoné 220x295 mm que en sus espectaculares 96 páginas a todo color dan comienzo a una saga que en Francia ha alcanzado a día de hoy ya su cuarta entrega repleta de aventuras detectivescas ensalzadas en lo sobrenatural, gracias a los imaginativos guiones de Thierry Gloris (Isabel: La loba de Francia) e ilustrada con una gracia indudablemente atrayente por el gran Jacques Lamontagne.

Detectives de lo Desconocido
Como ya os comentábamos, la trama de Aspic nos traslada a la bella ciudad de París del siglo XIX.

Allí conocemos a la bella Flora Vernet, una joven moderna e independiente que, negándose a ver su futuro y comportamiento oprimido por el genero que le fue destinado al nacer, ha decidido cursar la profesión de detective en la gran urbe francesa.

Para tal menester, Flora logra abandonar el hogar paterno y se muda bajo el techo del detective C. Auguste Dupin, un excelente profesional cuyos servicios son requeridos asiduamente por las autoridades, sobretodo cuando las condiciones de los crímenes se escapan de lo habitual, como el de Marie Roget, el de la carta robadas o el de los crímenes de la calle Morgue.

Con la categoría de aprendiz de Dupin, Flora aprovecha que su tutor se encuentra ocupado con su ayudante para ponerse al frente de la investigación de la desaparición de la médium enana Kathy Wuthering para atender a un nuevo cliente muy peculiar, presentándose en calidad de socia de Dupin.

El caballero en cuestión que solicita sus servicios es Hugo Beyle, un peculiar y libidinoso caballero de físico más bien menudo que, al salir de un lupanar, se vio asaltado por un desconocido encapuchado para ser vilmente atracado.

Sin embargo, lo peculiar radica en que de todas sus pertenencias lo único que ha desaparecido es su posesión más preciada, un reloj de bolsillo heredado de su difunto padre y, por lo tanto, cargado de valor sentimental.

La pareja emprende pues una investigación con la que recorrerán las calles parisinas en una alocada aventura tratando de discernir los motivos y el culpable de semejante crimen, una investigación que, sin saberlo, estará altamente relacionada con la desaparición de la medium enana a cargo de la cual se encuentra inmerso el detective Dupin.

Mientras tanto, en los rincones más oscuros de la ciudad se masca un turbio complot en la Cofradía de Mercaderes del Crimen, una organización clandestina dedicada a gobernar todo lo referente a los bajos fondos de la metropolis, desde la droga a las prostitutas.

A cargo de este consejo se haya el malévolo Maldoror, que lo lidera con puño de hierro y que, por supuesto, se encuentra relacionado con ambos crímenes.

Como podéis ver, una maravillosa trama elaborada por la genial mente de Thierry Gloris, quién nos transporta a unas aventuras repletas de seres ectoplasmáticos, investigaciones peliagudas y un alto sentido de la caballerosidad, acompañado por un arte llamativo y colorido elaborado por la mano de Jacques Lamontagne, quién sin renunciar a un característico toque caricaturesco nos fascina con unas viñetas preciosas a lo largo de todo el volumen.