Literatura: reseña de "Tiempo de Sembrar Piedras" de Tim Powers [Gigamesh].

Tiempo de Sembrar Piedras El pasado mes de septiembre de 2014, la editorial Gigamesh publicaba recopilatorio de los mejores relatos de Tim Powers bajo el nombre de Tiempo de Sembrar Piedras.

Este volumen de apenas 200 páginas encuadernado en una impecable rústica con solapas nos brinda la oportunidad de leer seis relatos de un autor ya clásico de la literatura fantástica, que han sido traducidos por Natalia Cervera, Adela Padín y Ana Quijada:

- Dondequiera que se oculten (Where they are Hid)
- Un alma embotellada (A Soul in a Bottle)
- El camino de bajada (The Way Down the Hill)
- El reparador de biblias (The Bible Repairman)
- Salvación y destrucción (¿La novela corta Salvage and Demolition?)
- Tiempo de sembrar piedras (A Time to Cast Away Stones)


Este último es el texto más largo y el que da nombre a la antología, estando estructurado en cuatro partes y protagonizado por el novelista Edward John Trelawny, quién aquellos no profanos a la obra de Tim Powers conoceréis como el personaje secundario de La fuerza de su mirada, y que también saldrá en Ocultame entre las Tumbas (a la venta también desde el pasado septiembre) bastante más envejecido.
Esto significa que Tiempo de sembrar piedras sirve de alguna forma como puente entre las novelas La fuerza de su mirada y Ocultame entre las Tumbas.

Todas las historias que podemos encontrar en el recopilatorio van precedidas de un breve prólogo de Luis Alberto de Cuenca, que nos pone en contexto al autor. Y es que Tim Powers, además de tener un nombre la mar de sonoro, es uno de los escritores más importantes en la fantasía; no en vano es el precursor del SteamPunk, un género que cada vez pega más fuerte y cala más hondo entre los lectores de fantasía.

En estos relatos, Powers nos demuestra porqué es uno de los reyes de la cancha: se mueve en el género que nos reune como pez en el agua.
Es uno de esos escritores que desbordan imaginación y son capaces de hacer cabriolas con la realidad y el tiempo, como en Donde quiera que se oculten, o que plantean situaciones originales e interesantes, como es el caso del clásico El reparador de Biblias. Aunque personalmente no me gustan sus momentos más realistas, con párrafos repletos de nombres de marcas, las partes fantásticas son una delicia.

Como hemos comentado más arriba, las apenas 200 páginas que forman el volumen saben a poco, pero son un aperitivo perfecto para los que aún no conocen a Powers o un buen complemento si te gusta toda su obra.

Además, encontramos la edición de Gigamesh ilustrada por el ya consagrado Enrique Corominas, que una vez más nos deslumbra con su arte gráfico, acentuando el atractivo de la novela.

Tiempo de Sembrar Piedras

Tim Powers
Tim Powers nació en 1952 en Buffalo (Nueva York, EE.UU.). Se educó en California y fue miembro del grupo de escritores que rodearon a Philip K. Dick (el llamado «grupo de California», que incluye también a K.W. Jeter, James P. Blaylock y Rudy Rucker). Empezó a publicar en 1975, y alcanzó la celebridad durante la década de los ochenta, en particular gracias a ganar en dos ocasiones el premio Philip K. Dick.

Su obra se caracteriza por una mezcla indiscriminada del humor y la narración culta, así como de los temas clásicos de la ciencia ficción con otros puramente fantásticos, siendo particularmente popular por sus novelas de fantasía de ambientación histórica.

Ediciones Gigamesh ha publicado también las siguientes novelas de Tim Powers:

• Las puertas de Anubis, la novela de viajes en el tiempo más elegante jamás escrita;
• Esencia oscura, el asedio de Viena convertido en el escenario de una guerra mágica;
• En costas extrañas, centrada en la figura de Barbanegra y la piratería del siglo XVII;
• Declara, el peculiar homenaje de Powers a John le Carré;