La novela gráfica ha sido recibida con elogios desde su lanzamiento en noviembre del año pasado en América, y con razón. Fabulosas: En todo el reino es, por encima de todas las cosas, una hazaña ambiciosa en cuanto a su construcción, aunque como con cualquier esfuerzo que apunta a extremos (y el uso de más de veinte ilustradores y coloristas es algo realmente extremo), el producto final no deja de tener sus trampas.
La primera es que, pese a ser muy interesante, es mejor leerlo en pequeñas dosis. La larga lista de artistas que contribuyen con sus habilidades en esta colección es impresionante, pero la falta de coherencia visual puede llegar a ser agotadora.
El libro se divide en pequeños capítulos, algunos con solamente una o dos páginas de largo, por lo que el salto entre artistas tan diferentes como pueden ser Tony Akins y Gene Ha puede descolocar parcialmente al lector teniendo que tomarse un momento para adaptarse a las transiciones abruptas entre capítulos.
Siendo sinceros, en los cuentos de hadas hay muchas princesas rubias y con nombres muy similares como rosa roja, zarza rosa, etc lo que puede ser un poco confuso si además cada autor la dibuja con su estilo propio y las reúnes todas en un mismo cuarto.
Igualmente, una vez te acostumbras a los personajes y a los elementos que los diferencian del resto, la oportunidad de ver el estilo de cada artista individual dentro de la misma historia es algo fascinante e único, mereciendo mucho la pena pese a esos segundos de adaptación entre autor y autor que nos puede hacer perder un poco el hilo
Pese a todo nunca llegan a expulsarnos totalmente de la historia, ya que la fuerza que tiene esta es suficiente para hacer de ella una digna lectura.
El eje central en este caso es Cenicienta, la violenta heroína que tiene todo el encanto del mundo y una tenacidad increíble, lo que la convierte en un imán para el lector. Su misión en esta ocasión es resolver una serie de asesinatos que están sucediendo de dos en dos entre las fábulas, pero no cualquier tipo de fábulas, si no las más bellas.
El misterio sobre quien es el asesino se irá volviendo cada vez más complicado, haciendo que Cenicienta recule sobre sus propios pasos para lograr solventar el caso detectivesco antes de 7 días. Su entusiasmo y vigor son suficientes para justificar la adición de una historia paralela un poco soseta que implica al espejo mágico y diversos sucesos acontecimientos de la Oficina Principal de la Magia.
Aunque el desenlace puede notarse un poco abrupto y demasiado rápido en comparación con la intriga generada por los asesinatos a lo largo de toda la historia, Willingham consigue darle una vuelta de tuerca al final feliz del cuento dejando un buen sabor de boca.
Vista pues la historia, está claro que la idea detectivesca es interesante, pero sin mentirnos a nosotros mismos; lo mejor es la manera en la que se desarrolla la historia, de una forma independiente al eje central de Fábulas, pero arrastrando personajes y sentimientos con lo que añade profundidad sin tener que llenar páginas y páginas sobre pasados tormentosos.
Claramente el prólogo narrado por el Espejo Mágico al inicio está hecho única y exclusivamente para que los nuevos lectores puedan entender vagamente donde se están metiendo, pero no se disfruta lo mismo para un lector ajeno que para uno ya versado en el universo creado en fábulas.
Willingham ha hecho un trabajo fenomenal construyendo la historia de prácticamente cada personaje que aparece en el cómic y ayudándonos a rememorar dichas histórias solo con los detalles necesarios, algunos de los cuales son esenciales para la historia en general, mientras que otros no son tan vitales.
El único detalle que no me gusta del argumento es el hecho de que la historia está centrada en un momento muy concreto dentro del eje espacio-temporal de Fábulas. No es un día cualquiera o un momento aleatorio en la trama, si no cuando se cumplen requisitos que hacen spoilers a los que no llevamos tan avanzada la trama central de Fábulas.
No era necesario especificar tanto, si Blanca tiene tantos niños con ella, si Feroz está aquí o allí o si villa Fábula ahora es un castillo fortificado.
No es necesario pero hacen spoilers, y eso al principio no gusta para nada.
En definitiva, Fabulosas: En todo el reino, es una novela policíaca muy bien hecha, y que guste o no, llega a tener una mayor repercusión para el universo en general de Fabulas.
La ejecución del cómic como tal puede llegar a ser un poco desastrosa si no se tiene la paciencia o el cerebro entrenado para los saltos de dibujo, dada la gran cantidad de artistas que trabajan en el libro, pero la escritura y el argumento es Fábulas 100%.
Una vez más Willingham nos muestra su destreza habitual para atar cabos sueltos y líneas argumentales, haciendo de esta un gran lectura.