Una vez más y echándole bastante valor al tema desde la nefasta tercera entrega, Michael Bay volvía a retomar la saga basada en los muñecos articulados Transformers™ de Hasbro, esta vez escrita por Ehren Kruger.
“TRANSFORMERS: LA ERA DE LA EXTINCIÓN”, llamativo título de esta cuarta parte, enviaba por fin a la porra el protagonismo de Shia Labeouf en la anterior trilogía (con la cual poco a poco se había ido ganando nuestro odio) y le pasaba el relevo a una estrella de sobra conocida en el mundo de las películas de acción: Mark Wahlberg.
Así pues, la saga continúa tras la batalla de Chicago que tan mal sabor de boca nos dejó en su momento, intentando llamarnos de nuevo a las salas para disfrutar de Autobots y Decepticons.
Pero lo de Transformers 3 fue muy duro. Quiero decir... la saga en general había tenido sus altibajos hasta el momento, pero la tercera parte fue el último clavo. ¿Cómo podía Michael Bay resucitar nuestro interés en esta secuela? Las explosiones y las chicas de Victoria's Secret ya están demasiado vistas en sus producciones, así que en vez de eso lanzó un reclamo que hizo sacar espumarajos por la boca a cualquier friki minimamente fan de los Transformers y que estuvo retumbando en internet durante días.
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| Por el poder de Cybertron, Yo tengo el podeeeeer |
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| Jajaja ¡pringaos! |
Alzando una espada.
Montado en un T-REX.
De esta manera Michael Bay inventaba la pornografía geek al excitar a montones de inocentes víctimas (o no) en cuyas retinas se tatúo semejante imagen como un icono de poder absoluto a lo portada de Manowar.
El film podía ser una mierda, que solo por esto lo íbamos a ver.
El tío lo había conseguido.
La Era de la Extinción.
Valorar una película de Transformers no es algo sencillo. Estamos hablando de unas películas cuyo objetivo es montar algo en base a unos muñecos articulados de los ochenta. Si eres Michael Bay y tienes las pelotas de querer hacer cuatro películas para exprimir todo el dinero posible en merchandising, entonces estamos hablando de algo un tanto agonizante.
Y seamos sinceros, "TRANSFORMERS: La Era de la Extinción" no es una buena película.
Frente a esto, encontramos varios tipos de público, entre los que destacan cinco predominantes:
1 - Los que van a ver "una película", y se dan cuenta de que esto no es una película demasiado buena. A comer palomitas.
2 - Los que ven la película como si fuese una bazofia infumable y no ven la hora de abandonar la sala.
3 - Los que van por que son fans de los Transformers y le sacan puntilla a la película en plan pureta de los robots originales.
4 - Los que mientras salga Optimus montando un T-REX ya son felices.
5 - El acompañante que no sabe donde se ha metido.
Intuimos que Michael Bay enfoca el film en base a los grupos uno y cuatro, poniéndome yo mismo en el grupo 4.
El principal problema que le encuentro a esta película para estos dos grupos es que dura la friolera de 165 minutos: casi tres horas de explosiones, tiros, transformaciones, chicas tontas, explosiones, diálogos vacíos, explosiones, personajes pseudo-cómicos, explosiones...
Esto son muchos minutos para una película de acción. Demasiados. He salido con un dolor de culo, espalda y retinas bastante importante.
Pero yendo a lo que ibamos... ¿merece la pena?
Para los que vayáis a ver a Optimus montado en un T-REX ya os avisamos que eso pasa más o menos en la última media hora de la película... ¿lo demás? Vamos con un resumen.
A ver, ¿de qué va esto?
Irónicamente, esta organización colabora para este fin con unos nuevos transformers sin un bando definido liderados por Lockdown que parecen encontrarse en la tierra para dar caza a Optimus Prime. La organización decide formar una asociación con el que parece ser el líder de esa caza de brujas, prometiendole a Optimus Prime a cambio de una "Semilla".
Dicha Semilla sirve para convertir materia biológica en Transformium (risas), nombre que una empresa dedicada a la tecnología llamada KSI ha puesto al metal polimórfico del que está hecha la raza alienígena. La empresa en cuestión, que colabora muy estrechamente con el grupo paramilitar, descubrió este metal en unas excavaciones que datan de la era de los dinosaurios, y está utilizando los cadáveres de autobots para recuperar dicho metal y construir sus propios Transformers artificiales.
Si, hasta aquí es bastante lioso, pero seguimos.
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| Yo me piro corriendo de este film, a la de ya. |
La reunión de los dos personajes desencadenará una carrera para escapar del gobierno, del cazador interestelar, la empresa desarrolladora de autobots artificiales, los transformers artificiales en si y un montón de explosiones aleatorias, conforme Optimus trata de reunir a los Autobots supervivientes para devolver el golpe.
A partir de aquí la historia irá dando vueltas sobre si misma de una manera casi tan confusa como el resumen aquí arriba impuesto, en la que algunas cosas no quedarán demasiado claras. Y es que la película tiene demasiados hilos argumentales... dos horas cuarenta minutos de historias confusas que intentan hilarse entre ellas con un éxito un poco pobre.
Los personajes:
A lo largo de la película vamos conociendo a una serie de personajes que nos saben más bien a poco.
Aquí un resumen:
Todos los miembros del grupo paramilitar Viento del Cementerio son bastante poco creíbles, dando más el aspecto de unos ancianitos sin empleo que el de un grupo de tipos duros. Toda esta parte da bastante poco respeto en general y recibe unas interpretaciones de chiste responsabilidad de Kelsey Grammer y Titus Welliber.
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| Ola ke ase, me he escapado del reparto de Teen Wolf. |
En general, un desproposito, pero aportan un toque bastante fresco a la película.
De dicha empresa surgen los montones de transformers masillas liderados por Galvatron - que en realidad es el puto pesado de Megatron resucitado - que parecen explotar con mirarlos y que nos la pelan bastante.
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| Que pesaooo |
También tenemos al cazador interestelar Lockdown, que es enviado por los supuestos creadores de los Caballeros de los que descienden los prime y que quiere erradicarlos por que han dejado de cumplir su cometido. Bueno, la verdad es que no queda muy claro el rollo que lleva de verdad ni a que venía todo esto, siendo su trasfondo bastante poco completo y dejándolo todo un poco a medias.
Para terminar la plantilla robot tenemos a los Dinobots, que se suman a la película un poco en plan "why not" y entre los que como no destaca Grimlock por su aspecto (por que tampoco es que haga mucha cosa en general).
Finalmente si pasamos a los protagonistas, el bueno de Wahlberg se convierte junto a Optimus Prime en lo único que se salva en cuanto a personajes de la película, y por desgracia va acompañado de la niñata de su hija (Nicola Peltz), a quién el creador a dotado de un físico de infarto para suplir la carencia de matería gris, y el retarded de su novio, que recibe la interpretación más pobre de todo el largometraje de mano de Jack Raynor. Me quedo con tu nombre.
TRANSFORMERS de "La Era de la Extinción".
Tras el breve repaso con toques generales dado anteriormente, vemos en un poco de profundidad los nuevos transformers que podemos encontrar en el film, algo que todos los frikis sabemos apreciar cuando vemos este tipo de adaptaciones.
Los Autobots supervivientes en la película son escasos. El equipo de Optimus Prime está formado por el mismo, el clásico Bumblebee y tres miembros más que se estrenan en este largometraje
En Optimus y Bumblebee vemos algunos toques de rediseño un tanto leves en las placas que recubren su cuerpo, pero nada realmente destacable y digno de mención.
Veamos a esos tres nuevos miembros:
Crosshairs era inicialmente un autobot artículado (1987) de la linea TargetMasters, encargado de la supervisión de armas y capaz de convertirse en una especie de camión militar.
En el film este autobot se muestra bastante pesimista y rebelde ante la cadena de mando, comentando continuamente el hecho de que él debería ser el líder e incluso llegando a golpearse con Bumblebee. Se transforma en un Corvette.
Hound ha tenido muchas versiones alternativas como Autobot. Si nos remontamos al primer autobot artículado (1984) con este nombre, perteneciente a la primera generación, que se transformaba en un jeep militar.
En el film se convierte en un camión militar, y tiene el aspecto d eun veterano de guerra bastante gordo, con barba, puro y forrado de armas.
Drift también ha tenido diversas encarnaciones a lo largo de la franquicia desde su aparición en el 2010, por lo que es bastante reciente. Inicialmente se transformaba en un Nissan Silvia S15 y había trabajado anteriormente para los Decepticos como Lockdown (que también sale en la película y veremos más abajo).
En el film es un samurai honorable que habla en haikus y tiene una cabeza horrorosa imitando a los guerreros japoneses. Se transforma en un Bugatti Veyron Grand Sport Vitesse.
Por último en el film encontramos al querido Ratchet... que es víctima de la escena más cruel de la película, con creces. Yo la estaba viendo y me sentía sucio...
Ratchet, te queremos.
Los Decepticons han sido teóricamente arrasados y han desaparecido de cara a esta película. Sin embargo, los humanos de KSI han empezado a experimentar con el metal del que están hechos los seres de Cybertron y con la cabeza de Megatrón y han comenzado a desarrollar una serie de transformers masilla bastante malos.
A la cabeza de ellos tienen un supuesto clon de Optimus Prime llamado Galvatrón, y que es ni más ni menos que la reencarnación de Megatrón (¡que inesperado!).
Galvatrón data de 1986 de la serie Generación 1, y como en el caso de la película es Megatrón renacido, capaz de convertirse en un cañón láser. En la película puede convertirse en un camión idéntico al de Optimus.
Lockdown no pertenece a ningún bando (ni autobot ni decepticon) pero tenía que ponerlo en algún lado. Originalmente era un mercenario contratado por los Decepticon, pero en la película ha sido enviado por los creadores. Inicialmente se convertía en un Corvette de 1980.
- DINOBOTS -
Los ponemos a parte por razones obvias. En la película aparecen como parte de las anteriores cazas que ha realizado Lockdown, y permanecen presos en su nave hasta que Optimus los libera para unirlos a su frente de batalla.
Grimlock es el despiadado líder de los Dinobots en la franquicia original (1985), capaz de transformarse en un Tiranosaurio mecánico. Ningún cambio respecto a todo esto, excepto en diseños:
Slug, o más bien Slag, empezó en los cómics de Transformers en 1984 y se convertía en un Triceratops mecánico, como ahora.
Scorn es más de lo mismo. Puede convertirse en un Spinosaurus.
Strafe es el último del equipo, capaz de convertirse en un pterodactilo de dos cabezas. Originalmente era un autobot (1987) que se convertía en una especie de caza.
Y con esto, ya hemos desatado nuestro frikismo.
Pasemos de nuevo a temas de la película como tal...
Los Efectos Especiales.
Sentimientos encontrados es lo que me despierta este aspecto de la película. Explosiones por doquier durante 2:40 nos terminan insensibilizando de las mismas, pero entre tantas luces y sonidos estridentes encontramos cosas buenas y cosas malas.
Por un lado, el efecto del "Transformium" al transformarse es la cosa más cutre, más rancia y menos currada que he visto en toda la saga, fruto de unos programadores de render de videojuegos de poca monta.
Por otro lado, los autobots que se transforman de la manera clásica, han visto sus procesos de transformer corregidos, pasando del galamatías visual de chapa retorciéndose de las otras películas a unas escenas bastante claras donde ves como el robot pasa a vehículo y viceversa.
Por otro lado, la película se nota vaga en postproducción en muchas escenas... algunos cortes mal hechos, enemigos que antes no estaban en un cuadre y luego están ahí y un montón de descuidos que hacen que no sepamos que pensar.
Eso si, los autobots la hostia. Y las explosiones, el clásico festival pirotécnico de Michael Bay.
La música.
Para terminar el repaso, llegamos al apartado sonoro. La banda sonora es responsabilidad de Steve Jablonsky con ayuda de Hans Zimmer, resultando en una selección de temas muy indicados para el film, repletos de epicidad por todos lados.
Por otro aldo, Linkin Park abandona el carro y son sustituidos por la banda bastante más actual Imagine Dragons.
Este apartado, todo muy correcto, vamos.
Conclusión.
"TRANSFORMERS: La Era de la Extinción", es, como ya hemos mencionado antes, una película que no puede catalogarse como buena.
Las explosiones y las chicas jamonas no nos confunden, y está claro que es una película para frikis, que aunque luego probablemente también la pondrán a parir, disfrutarán como niños pequeños con algunas escenas como la siguiente:
Grimlock.
Convertido en un T-REX.
Escupiendo fuego.
Nada más que añadir.