Recientemente tuvimos la oportunidad de disfrutar del anime Tonari no Kaibutsu-kun (となりの怪物くん,), un shojo del 2012 de 13 episodios de duración del estudio Brain's Base, basado en el manga del mismo nombre de Robico.
"El monstruo que se sienta a mi lado", como podriamos traducir su título, nos trae un argumento sencillo con una protagonista fría e insensible: Shizuku Mizutani es el tipo de chica que solo se preocupa por los estudios. Sin embargo, cuando casualmente le lleva los apuntes a Haru Yoshida, el chico que se sienta a su lado pero no ha asistido a clases desde la pelea que ocasionó el primer día, él se convence de que son amigos. Y así comienza una extraña amistad y romance entre estos dos curiosos personajes.
Esto hasta el momento parece un shojo de lo más típico que no nos va a llevar a ningún lugar donde no nos hayan llevado las miles de historias ya escritas del genero. La gracia de todo esto es básicamente Haru Yoshida, el chico de la historia, quién claramente tiene graves problemas para socializar y termina siempre vertiéndose en la violencia y la irracionalidad más pura.
La protagonista, Shizuku, nos recuerda sin ninguna duda a Yukino de Kare Kano. Para ella solo importan son los estudios, y su falta de sensibilidad se complementa a la perfección con las incoherencias de Haru. Por suerte y alejándose un poco del género en este aspecto del resto de shojos, ambos personajes son sinceros y directos desde el principio.
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| Eso que le cae de la boca es vomito. True Story. |
El resto de personajes como Natsume y Yamaken son excelentes, aportando muchas veces más a la historia que los propios protagonistas (que cada capítulo que pasa son más sosos) y como no el punto fuerte para mi, Nagoya, el pollo de Haru (sí, el tío tiene un pollo como mascota), que siempre te saca una risa cuando menos te lo esperas.
En definitiva, argumentalmente el punto fuerte de Tonari no Kaibutsu-kun es su humor absurdo mezclado con shojo, algo que por desgracia va perdiéndose poco a poco confirme avanza la serie; la comedia va decayendo a lo largo de los 13 capítulos, hasta que las relaciones entre los personajes empiezan a complicarse de una forma un poco innecesaria a mi parecer. Por suerte, esto pasa del largo gracias al aumento de protagonismo de Natsume y Yamaken, que se hacen de querer.
La animación de la serie es correcta (nada que apreciar así a bote pronto) y el dibujo es bastante bueno (muy parecido al del manga original) teniendo en cuenta que los animes de shojo's suelen ser bastante terribles en este aspecto. En cuanto a la OST no tiene nada remarcable, excepto el opening que es bastante divertido.
La conclusión es que Tonari no Kaibutsu-kun destaca por su protagonista tarado y su peculiar pollo, siendo un anime muy divertido que merece la pena ver para pasar un rato agradable, siempre y cuando busquéis una comedia ligera sin grandes pretensiones argumentales.
Viva el pollo Nagoya.
