Cine: Robovampiro (review)

Título original: Robo Vampire.

Director: Godfrey Ho.

Guionista (?): William Palmer.

Productor: Thomas Tang.

País: USA/ Hong Kong.

Año: 1988.

Duración: 90 minutos.

Protagonistas: Robin Mackay, Nian Watts, Harry Myles...y otros insurrectos.


Hay una frase que dice que si miras al abismo, el abismo te devuelve la mirada. En el caso de Robovampiro si miras esta película, te llevas una hostia que no sabes ni por donde te ha venido y te sale un tumor.

Así de crudo amigos, este film es el mal verdadero.

Aunque pueda parecer raro, el argumento (?) del film no gira en torno a los vampiros y los robots, sino que la trama principal tiene que ver con el narcotráfico. En concreto con una malvada organización de narcotraficantes que contrata a los vampiros como mamporreros y usa sus ataudes para mover la droga. Si, los vampiros solo son unos mandados ahí donde los veis. Seres sobrenaturales prácticamente inmortales al servicio de camellos y narcos de medio pelo filipinos, muy triste.

Foto casual
Se supone que la trama tiene que ver con rescatar a una agente encubierta que ha sido capturada por los traficantes, a esto le metes vampiros, un vampiro con cara de gorila y robots pintados con spray de la ferretería. El robot es un agente de antivicio que muere y es convertido en un engendro que parece sacado de una tómbola,  hasta un mono con retraso podría hacer un traje mejor, lo peor es que hay más de un sujeto robot y no se sabe por qué, debe ser que ese día hubo 2x1 en policías muertos y bueno, digamos que la lógica en esta película brilla por su ausencia.

Máquina de revivir robots, tecnología made in Thomas Tang

Como si la gloriosa trama sobre drogas no fuese suficiente, Robovampiro se atreve a perpetrar una especie de historia de amor que es capaz de despertar el más malvado sida en vuestros corazones y destruir vuestro concepto de una relación amorosa hasta sus mismísimos cimientos. El tema es el siguiente:

El gorila vampiro que aparece peleando con el supuesto Robocop es el amado de la mujer fantasma cuyo papel en la película es pelearse hasta con el apuntador. Esta fogosa relación gorila-fantasma culmina con una boda celebrada por el sacerdote Taoista narcotraficante que vigilaba los ataudes de los vampiros al principio de la película. Nada que envidiarle a Orgullo y Prejuicio, el gorila vampiro es casi tan galán como Mr. Darcy.

No os quiero destripar el glorioso final así que ahora comentaré las peleas y los FX, por llamarlos de alguna manera:

La única manera de describir la peleas de Robovampiro es usar palabras que directamente invocarían al Diablo al ser pronunciadas, así que vamos a dejarlo en que son la basura más infame jamás creada por un coreógrafo, si es que lo hizo uno y no un mono puesto de lsd.

Ya llegaron las fallas al zoo de Benalmádena
Tengamos en cuenta que los vampiros lanzan cohetes de feria, cuyo poder destructivo equivale a una mierda pinchá en un palo. Sin embargo, los momentos de epicidad de estos seres de la noche y la selva lanzando cohetes parece que no tienen fin, bueno si, cuando llega el robot y les abre la cabeza con sus movimientos dignos de un anuncio de prótesis ortopédicas.

Si veis la película, cosa que dudo seriamente, notaréis que hay muchas partes en las que los vampiros chinos rodean al robot justiciero como si del corro de la patata se tratase. Pues si, no es ni más ni menos que eso, porque como técnica dañina deja bastante que desear...

Hacer amigos siendo un robot de papel albal no es fácil

Sin duda la peor película que he visto. No sabéis de lo que habláis si decís que hay algo peor que esto y os reto a que me lo demostréis.

Lo único bueno es que dificilmente una película os dejará tan locos como esta, siempre podréis decir eso de "Al menos no es Robovampiro"...

Moraleja: Thomas Tang es el Mal Primigenio.

Como dato curioso, entre las formas de matar a un vampiro asiático, se cuenta el tocarle con sangre de la primera menstruación de una mujer. Yo lo digo por si os sirve para algo.


Puntuación: Robovampiro/5.